Dror Benshetrit

Diseñador Israelí

Smart Building (SB): A tu juicio, ¿cuál es la responsabilidad de un arquitecto con el planeta y la sociedad?

Dror Benshetrit (DB): Hay dos formas de ver la arquitectura. Una de ellas es construir un edificio que dure mucho tiempo. Creo que cuanto más dure el edificio, más sostenible será en términos de reemplazo y uso, pero hay otra forma de ver esto. Los edificios de hoy pueden ser ensamblados como un mueble. Entonces, si puedes construir un edificio como tal, también puedes desarmarlo y moverlo a otra ubicación, y esa es una forma de evitar mayores impactos. Creo que uno de los pensamientos hoy, que es importante para mí, es cómo los arquitectos devuelven, al menos, la misma naturaleza que incorporaron al proyecto.

Dror estableció su estudio en Nueva York en 2002, después de trabajar en París y estudiar arte y diseño en los Países Bajos. Su trabajo abarca desde el diseño de productos e interiores hasta la arquitectura y la planificación urbana

SB: ¿Qué debería ofrecer la arquitectura a la sociedad?

DB: Creo que también hay dos formas de ver esta pregunta. Una es el tipo de mejora que se puede hacer para que un edificio sea más habitable, y la segunda el tipo de inspiración con el que se construyó. Creo que las dos son muy importantes y que el escenario ideal es que planees algo que haga que las personas se comporten mejor; estar más en contacto con su ser natural, e incorporar luz natural que te permita estar más en contacto con el ciclo del día. La arquitectura debe hacerte sentir a ti mismo.

SB: ¿Qué piensas de la arquitectura de la Ciudad de México?

DB: La Ciudad de México es un lugar único porque es una de las ciudades donde puedes encontrar casi todo. Puedes descubrir hermosos edificios clásicos antiguos, naturaleza y cultura espléndida, así como un patrimonio escultural, pero también edificaciones que no tienen ninguna conexión con el país.

Estoy muy en contra del tipo de rascacielos que tenemos hoy en todo el mundo. Creo que, en su mayor parte, son muy feos y en realidad necesitamos repensar esa tipología y redescubrir cómo construir más alto de nuevas maneras.

Creo que los ejemplos de los rascacielos altos, en su mayor parte, aquí en la Ciudad de México, son muy similares a otros lugares en el mundo y deseo ver algunas estructuras altas que tengan esencia de identidad y de pertenencia.

SB: ¿Crees en los edificios inteligentes?

DB: Sí. Mucha gente habla hoy de edificios y ciudades inteligentes. Es importante ser inteligente, pero también ser hermoso. Hoy en día, creo que uno de los mayores problemas es que muchas personas piensan que está bien simplemente diseñar un edificio inteligente y que su aspecto no importe. Lo que consideramos inteligente hoy será muy estúpido mañana, y es muy importante para nosotros pensar en algo que realmente dure, porque la tecnología seguirá evolucionando, pero un árbol, el suelo y las aves no cambiarán. Entonces, para mí, hacer un edificio inteligente es hacer un edificio que integre la naturaleza de una manera única y no sólo sobre wifi y zonificación inteligentes.

Fernanda Canales

Arquitecta mexicana

Primer lugar Premio Obras Cemex 2018 México, Vivienda Residencial por Casa Bruma Ciudad de México.

Smart Building (SB): ¿Cuál es tu responsabilidad con el medioambiente?

Fernanda Canales (FC): La responsabilidad la tenemos todos. Los que nos dedicamos a la construcción más, pero todos debemos entenderlo. La mayor parte de las ciudades se conforman de viviendas. Si cambiamos la manera de entender la casa, también podemos modificar la forma de entender a las ciudades y, en ese sentido, creo que sí lo hemos descuidado mucho. Llevábamos siglos pensando cómo alguien quiere vivir o construir su residencia, pero nunca reparamos en qué pasaba entre una casa y otra, es decir, las repercusiones públicas del espacio privado, y eso es lo que ahora estamos padeciendo.

SB: ¿Qué se debe de hacer con estas unidades habitacionales? ¿Hay forma de modificar estas estructuras, donde ya viven miles de personas?

FC: Creo que a esta generación le toca entender que ya no necesitamos construir por muchos años. Debemos cambiar ese modelo de extensión territorial horizontal. Hay 5 millones de viviendas, es decir, más de un 14 por ciento de éstas, en México, están abandonadas. Tenemos una enorme carencia de hogares y, por el otro, millones de casas vacías porque no se pensó en el vínculo del domicilio con lo demás, que no está cerca del trabajo, de las estructuras de transporte público, de espacios seguros. Es un modelo que ha traído consecuencias sociales y territoriales terribles. El terremoto de 2017 es la representación más clara de los errores de construcción.

SB: ¿Cómo piensas la movilidad desde la arquitectura?

FC: Creo que debe cambiar mucho el entendimiento de las casas, ya no podemos pensar que donde vivimos sólo dormimos, sino que el trabajo debe estar vinculado a la vivienda, como antes. Que dormir, comer y socializar sean parte de un mismo proyecto.

SB: ¿Qué opinas de la CDMX y las construcciones que se están llevando a cabo, como los rascacielos?

FC: Es el principio de las malas ideas. Espero que estemos más cercanos al fin de ese modelo que al principio. En otros países ya es obsoleto.

SB: ¿Qué opinas de los edificios inteligentes?

FC: Son muy idiotas porque basan su noción de sustentabilidad en tecnología muchas veces cara y que queda obsoleta en poco tiempo. Deben ser sustentables no sólo en lo ecológico, sino también en lo social.

Por Darinel Becerra, Fotografía: Rubén Darío Betancourt

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