Proyectada por el arquitecto César Pelli, la Torre Iberdrola alberga la sede del grupo. Su imponente estructura de cristal de 165 metros de altura es el icono financiero de Bilbao y un referente en diseño sostenible. El edificio es también un punto de encuentro entre arte y sociedad que, por sus características, representa el kilómetro 0 de las energías renovables

Por Redacción, con información de Iberdrola

Situada en el remozado paseo de la ría, a poca distancia de las principales áreas y edificios que conforman el Bilbao del siglo XXI, como el Museo Guggenheim, el Palacio Euskalduna, la Plaza de Federico Moyua y el Muelle Campa de los Ingleses, esta torre ocupa un lugar de prominencia dentro de la arquitectura inteligente y sustentable contemporánea.

Ocupa un emplazamiento que refleja una apuesta  por el País Vasco y la ciudad que hace más de 100 años vio nacer a varias empresas que conforman el actual Grupo Iberdrola. Inaugurada en febrero de 2012, actualmente es el espacio donde conviven y trabajan casi 2 mil colaboradores, además de que mensualmente recibe cerca de 2 mil 500 visitantes.

La forma triangular de este gran obelisco permite el máximo aprovechamiento del espacio y es, de hecho, el edificio más elevado del núcleo urbano. Con una superficie construida de alrededor de 62 mil metros cuadrados, distribuidos a lo largo de 41 plantas totalmente diáfanas, las proyecciones de sus vértices se unen simbólicamente a una altura de mil metros.

Se trata, además, del primer rascacielos en el país europeo que contará con la Certificación LEED Platinum CS 2.0. Para la obtención de este aval, se evaluaron los siguientes aspectos:

  • Maximización del espacio abierto: su diseño garantiza que, al menos, el 20 por ciento de la superficie libre se destine a zonas verdes
  • Energía verde: la Energía Verde Iberdrola provee electricidad al inmueble, la cual procede exclusivamente de fuentes de energía certificadas 100 por ciento renovables y que evitan emisiones de CO2, así como otros gases contaminantes, reduciendo de esta forma el efecto invernadero en la atmósfera
  • Eficiencia energética: el sistema de climatización fue diseñado para optimizar la eficiencia, flexibilidad y confort de los usuarios. Esto se consigue gracias a la alta tasa de aporte de aire de renovación exterior para ventilación y a la sinergia con la arquitectura de la propia torre mediante ventilación por fachada activa. En el interior de cada una de las plantas, la climatización se distribuye a través de un gran número de unidades independientes VRF (Volumen de Refrigerante Variable), lo que permite disponer de diferentes temperaturas en distintos puntos de la planta y ahorrar energía al apagar los equipos ubicados en zonas de menor uso. Con ello, se obtienen ahorros en los consumos energéticos en torno al 20 por ciento
  • Ahorro de agua: para reducir la demanda de agua potable se emplean innovadoras tecnologías como griferías electrónicas y se limitan los volúmenes en las descargas de los sanitarios, hasta reducir en 40 por ciento el consumo estándar
  • Tecnologías innovadoras de aguas residuales: en la planta M1 se sitúa el sistema de recuperación de aguas grises. Se recuperan las aguas provenientes de los lavabos y de los aseos de las plantas 2 a 35 y se tratan para reutilizarlas en los inodoros y urinarios de las plantas de locales de alquiler (4 a 29) y M1. También se aprovecha el agua de lluvia proveniente de las bajantes pluviales de la cubierta. Antes de su conexión al sistema de recuperación de aguas, pasa por un filtro que elimina hasta el 80 por ciento de los sólidos en suspensión
  • Calidad medioambiental interior: para mejorar las condiciones de salud de los inquilinos, en la construcción de la torre se utilizaron materiales con bajos niveles de componentes orgánicos volátiles
  • Guía de diseño: el edificio de Torre Iberdrola, con su nivel de certificación platino, permite que sus futuros arrendatarios certifiquen su implantación de oficinas con mayor facilidad. Para ello, pone a su disposición una guía de diseño con medidas recomendadas medioambientalmente sostenibles
  • Materiales y recursos: los materiales empleados en la construcción pueden certificar que tienen un 20 por ciento del total del contenido de material reciclado y, con el objetivo de reducir los impactos medioambientales derivados del transporte de mercancías, al menos un 20 por ciento del total de los materiales empleados provienen de un radio de 800 kilómetros a la redonda
  • Transporte público: para reducir los impactos asociados a la contaminación producida en los desplazamientos, Torre Iberdrola se sitúa en un entorno urbano ampliamente conectado con la red del metro, tranvía y autobuses urbanos
  • Estacionamiento para bicicletas y vehículos de baja emisión: con el fin de reducir la contaminación y los impactos debido al uso del automóvil, la torre cuenta con 98 espacios para bicicletas y un vestuario con duchas para su uso. Además, dispone de 15 plazas con punto de recarga para vehículos eléctricos

Sin duda, la Torre Iberdrola ha sido concebida como un motor para la creación de valor para los empleados de la compañía, su entorno y sus clientes. La distribución interna de la sede potencia el trabajo en equipo, la transferencia del conocimiento y el aprendizaje organizativo en un espacio idóneo, respetuoso con el medioambiente, que también favorece la eficiencia operativa.

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