Con el grado de automatización suficiente, los distintos tipos de edificaciones pueden sacar provecho de las áreas de oportunidad hasta ahora ignoradas, mientras que los sistemas que por sí solos son eficientes podrán serlo aún más

Por Redacción, con información de Schneider Electric

El incremento en el costo del mantenimiento en la maquinaria de un edificio, la falta de herramientas y tiempo para modernizar las instalaciones, así como los planes limitados para reducir costos energéticos representan tres de los principales problemas, en términos de operatividad, para los pequeños y medianos edificios del país.

Además, la ausencia de personal y presupuesto de mantenimiento, que en promedio representa entre el uno y dos por ciento del costo total de la construcción, son algunas de las causas que dificultan la implementación de las mejoras que esperan los arrendatarios. La solución al dilema de “calidad del servicio versus presupuesto” es incorporar métodos que permitan trabajos operativos y de mantenimiento más eficientes.

Bajo este contexto, se enlistan los siguientes cinco elementos que ayudarán a solucionar cuanto antes las necesidades de los usuarios y proporcionarles un toque inteligente a las infraestructuras.

Enfoque verde y sustentable
El cuidado ambiental es una prioridad a nivel mundial; en oficinas se resume principalmente en el ahorro de los recursos mediante su uso eficiente. De acuerdo a Schneider Electric, los edificios desperdician hasta 30 por ciento de su energía por no contar con sistemas de monitoreo y automatización, ya que el simple hecho de apagar la luz cuando no es requerida, a través de sensores de movimiento, por ejemplo, genera grandes ahorros. Asimismo, se estima que los costos de climatización representan un gasto que va de 40 a 65 por ciento de la facturación total

Información en tiempo real
Permite trabajar de forma predictiva y no reactiva, mediante tres acciones de administración de datos que impulsan la modernización: la recopilación de información sobre las instalaciones, la interpretación a través de sistemas de control y la capacidad de transformar los datos en acciones que ahorren dinero y mejoren los servicios. Algunos softwares permiten, incluso, supervisar y medir insumos como agua, aire, gas y vapor

Control y monitoreo a distancia
Aunque es común que los administradores cuenten con sistemas de videovigilancia de acceso en línea, existen tecnologías más avanzadas para garantizar el confort en los distintos niveles y secciones, de forma remota. Las soluciones en red facilitan el control a distancia de cualquier aparato eléctrico, incluyendo aire acondicionado, iluminación, cortinas, pantallas digitales, entre otros equipos. La información que emiten los sistemas es tan importante como tener fácil acceso a ella, de modo que la toma de decisiones se realice ágilmente

Seguridad 360°
Un edificio inteligente reduce riesgos cuando tiene la capacidad de revisar el estatus de todos los accesos a través de un teléfono celular o tableta. Los nuevos sistemas de videovigilancia con visión de 360 grados facilitan una perspectiva completa de las instalaciones para actuar de forma remota o contactar al personal de seguridad cuando sea necesario. También pueden instalarse sistemas de protección perimetral que envíen alertas ante cualquier actividad sospechosa en los alrededores

Control total con un dispositivo
La integración de soluciones en un solo dispositivo inteligente, con aplicaciones que permitan al administrador monitorear los sistemas desde cualquier lugar, genera ahorros de espacio y costos, lo que mantiene la precisión, confianza y calidad de los procesos que se llevan a cabo en el edificio. El diseño de este tipo de soluciones desde cero es costoso, sin embargo, existen ofertas asequibles para que los propietarios pongan en marcha un plan que bien puede ser programado en fases, comenzando por las áreas prioritarias

La integración de los sistemas de climatización requiere un protocolo compatible y con la seguridad suficiente para evitar malos funcionamientos, intervenciones no programadas y que el objetivo primordial se cumpla: la eficiencia

Ser eficiente no basta
Tomando en consideración que los sistemas de aire acondicionado representan entre 40 y 65 por ciento de la facturación total de energía de un edificio, aunado a las expectativas de crecimiento previstas para el sector gracias al aumento en la temperatura media del planeta, lograr que sean cada vez más eficientes es una de las búsquedas permanentes de los fabricantes.

Las tecnologías desarrolladas en los últimos años se han enfocado en cumplir con ello, sin sacrificar el confort de los usuarios. Uno de los sistemas que más ha penetrado en el mercado, debido a su alto grado de eficiencia, es el de expansión directa basado en el flujo de refrigerante variable, mejor conocido como VRF.

Estos equipos son cada vez son más populares en los edificios comerciales, debido a su capacidad de operar a velocidades variables por medio de tecnología Inverter, lo que redunda en ahorros significativos. Algunos están diseñados para aumentar la eficiencia radicalmente, al proporcionar la calificación ESEER (Factor europeo de eficiencia energética estacional) en todas las capacidades al aire libre, así como en operaciones de carga parcial que igualan correctamente el entorno donde es utilizado.

A pesar de esto, los hábitos de uso pueden provocar que la eficiencia se reduzca. Por ejemplo, que un equipo permanezca encendido en una habitación desocupada representa un desperdicio de energía, y si permaneciera prendido durante un fin de semana entero porque no fue apagado, el desperdicio sería mayor.

Por ello, las tecnologías de automatización ayudan a reducir la incidencia de estos problemas, ya que son capaces de monitorear tanto la operación del equipo como los niveles de ocupación, a fin de vigilar que sólo se utilicen cuando realmente son necesarios. No obstante, la integración de los sistemas de climatización requiere un protocolo compatible con la seguridad suficiente para evitar malos funcionamientos, intervenciones no programadas y que el objetivo primordial se cumpla: la eficiencia.

El propósito es lograr la interoperabilidad para que los dueños y gerentes de edificios puedan visualizar los principales sistemas de estos inmuebles, incluyendo equipos HVAC, iluminación, vigilancia, distribución de potencia y electricidad en cualquier momento y en cualquier lugar, mediante una sola interfaz, así como proporcionar conocimientos accionables para obtener ahorros y reducir el consumo energético.

La solución conjunta puede instalarse de manera inalámbrica –lo que preserva la infraestructura existente y es ideal para la modernización de edificios más antiguos– o mediante cableado. Este sistema aprovecha al máximo la tecnología innovadora de tipo “conectar y usar”, lo cual simplifica las configuraciones de los equipos de VRF, si bien puede ser instalada como parte de un sistema independiente. Esto facilita la instalación y permite que los integradores de sistemas ahorren tiempo y costos operativos.

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