Conoce las ideas detrás del éxito del CEO y presidente de Siemens para México, Centroamérica y el Caribe, un líder que apuesta por la transformación digital y el desarrollo sostenible de las industrias en la región

Por: Ricardo Donato / Fotos: cortesía de Siemens

Como Ulises, el héroe de la Odisea, Alejandro Preinfalk ha sido un hombre de muchos senderos e ideas. Al igual que el personaje homérico, su astucia no surgió de un día para otro, sino que se basa en su capacidad de escucha y observación a lo largo del trayecto. Porque si algo caracteriza al CEO y presidente de Siemens para México, Centroamérica y el Caribe, es justamente su talento para aprender de las experiencias acumuladas luego de casi tres décadas de viajes y contactos con otras culturas: “El haber tenido oportunidad de laborar en varias partes del mundo en distintos puestos me ha permitido nutrir mi experiencia a través de la diversidad. En dichas experiencias tuve la oportunidad de conocer una infinidad de personas y culturas, lo que me ha permitido estar dispuesto a romper paradigmas, desafiar el statu quo y fomentar la innovación en mis equipos de trabajo”, comenta en entrevista exclusiva con Smart Building.

Para Preinfalk la travesía comenzó en su tierra natal, Costa Rica, cuando la transnacional alemana le brindó su primera oportunidad profesional siendo todavía un estudiante de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Costa Rica: “Hice mi tesis de graduación en Siemens en el área de Automatización. Estuve como seis meses desarrollándola y cuando terminé, me gustó muchísimo la empresa y quise ingresar. Tuve la suerte de que había un puesto disponible en el área de Telecomunicaciones. Me gustó la filosofía, los valores de la empresa, apliqué y me contrataron”.

A los cinco meses, tuvo la oportunidad de emigrar a Europa: “Me fui a Múnich y estuve en el corporativo de Alemania. En ese lapso trabajé con gente de Europa del Este. Viajé mucho a Rusia. Después regresé a Costa Rica un año. Luego me fui a Guatemala tres años. En 1999 vine a México por primera vez. Estuve en área de Telecomunicaciones, después me pasé al sector automotriz, luego al de alimentos y bebidas, minería, petróleo, en fin. Regresé a Alemania dos años al área industrial de motores y variadores eléctricos en Nuremberg”, relata el directivo.

En 2008, regresó a Siemens México para comandar las áreas de Energía, Automatización de tecnologías de accionamientos y Movilidad con trenes y metros. Desde entonces, su pericia ha contribuido al crecimiento de la compañía alemana en la región y a la renovación de segmentos industriales como el de la edificación inteligente.

Smart Building (SB): ¿Cómo describiría su trayectoria y crecimiento en Siemens?

Alejandro Preinfalk (AP): Si pudiera resumirla en una sola palabra ésta sería: desafiante. Nunca he tenido un día igual a otro en estos 28 años. Esto me ha ayudado a buscar maneras de ser mejor cada día, a crecer de manera constante y diversa.

En mi trayectoria he podido identificar que mientras más diverso e incluyente sea un equipo de trabajo mayor innovación existe. Lo anterior se debe a que incrementamos la capacidad de aprender y crecer unos de otros. El intercambio diverso de ideas impulsa una generación de propuestas más rica, que a su vez conduce a mayor innovación y creatividad.

La diversidad nos da distintas formas de interpretar las mismas realidades, un enfoque diferente para diseñar procesos, alcanzar objetivos, afrontar tareas, trabajar en equipo, comunicar ideas e, incluso, llegado el caso, una forma diferente de liderar. De ahí la importancia de estar dispuesto a vivir nuevas experiencias profesionales. Hay que salir del área de confort y de asumir retos en departamentos y puestos diversos.

SB: ¿Cuáles son las soluciones que ofrece Siemens México para el mercado de edificios inteligentes y sustentables?

AP: Los edificios inteligentes son una palanca muy importante para la sostenibilidad. A nivel mundial los edificios son responsables de cerca del 40 por ciento del consumo de energía y es el lugar donde la mayoría de nosotros pasamos hasta el 90 por ciento de nuestro tiempo. Nuestra tecnología se utiliza para medir y supervisar todos los parámetros de sustentabilidad y operación del edificio. Contamos con un portafolio bastante integrado para edificios inteligentes incluyendo electrificación, iluminación y sistemas de temperatura. Tenemos Siemens Navigator, la plataforma de gestión de energía basada en la nube e impulsada por nuestro ecosistema IoT, que conecta, recoge y analiza los datos de miles de sensores en edificios. Con Desigo CC, nuestro BMS, el usuario puede gestionar el control de acceso, parámetros de iluminación, de temperatura, ventilación y aire acondicionado, e inclusive advertir a las personas de tocar superficies que pudieran estar contaminadas, algo muy útil en tiempos de la covid-19.

Asimismo, manejamos mantenimiento predictivo en edificaciones con el que reducimos hasta un 12 por ciento de los costos, así como la optimización de energía de la que ahorramos hasta un 25 por ciento. Cubrimos todo el sistema de transmisión y distribución de la energía con el que buscamos las tres “D”: desentralización para poner el sistema más cerca del consumo, descarbonización para promover la sustentabilidad y digitalización, la tendencia que más estamos promoviendo para aprovechar los datos y hacer sistemas cada vez más ágiles.

Ahora, con la nueva normalidad, habrá un sistema más flexible para los empleados. La gente ya no trabajará en un edificio, sino por objetivos basados en la confianza y de forma remota. Se necesitan oficinas que se adapten a estos nuevos requerimientos y sean centros de colaboración. Es lo que hacemos en Siemens: transitar hacia oficinas colaborativas con base en nuestra propia tecnología para ser ágiles y reaccionar ante el cambio.

 

Alejandro Preinfalk, CEO y presidente de Siemens para México, Centroamérica y el Caribe.

SB: ¿Cómo contribuye la tecnología de Siemens a la eficiencia energética de las industrias?

AP: De varias formas. La energía más barata es la que no se consume. Hablamos de recursos finitos, pero datos y oportunidades infinitos. Lo primero que hacemos es un diagnóstico del estado inicial de automatización y digitalización. Luego, definimos los parámetros que se quieren mejorar. Finalmente, vemos cuáles son las tecnologías que podemos implementar para cumplir con ciertos objetivos. Cada cliente es distinto, entonces son trajes a la medida para la digitalización. Habrá clientes con oportunidades de reducción de consumos, optimización de los tiempos en que se utilizan diferentes máquinas para planear la demanda y evitar picos, generación en sitio para reducir el costo y la huella de carbono de la operación, reducir desperdicios. Hablamos de todos los consumos de una operación, edificio o planta para manejarlos en forma eficiente. ¿Cuáles son los beneficios? Primero, eficiencia energética. Ahorramos entre el 15 y el 25 por ciento. Segundo, flexibilidad, el poder adaptarnos a la nueva normalidad, nuevos procesos productivos, nuevos requerimientos de edificios de más colaboración, ambientes más controlados, no sólo de temperatura e iluminación, sino también de diseminación de patógenos. Brindar espacios seguros y confortables para las personas. Otras ventajas concretas de digitalización son la planeación de requerimientos futuros de crecimiento de oficinas, de acuerdo con el análisis inteligente de datos y la inteligencia artificial. Existe una amplia gama de beneficios que también tienen impactos indirectos como la atracción de talento. La gente busca opciones para hacer mejor su trabajo sin estar atados a un sitio físico o a limitaciones que no te hagan atractivo como empleador.

SB: ¿Cuál es su diagnóstico de la región en cuanto a la transformación digital y la industria 4.0?

AP: Hay un avance importante. La industria 4.0 empezó en 2011 en Alemania y fue un concepto acuñado por Siemens. Los primeros años fueron de evangelización y hoy vemos implementaciones concretas del concepto en todo el mundo. Estamos muy activos en diagnósticos de madurez digital de las empresas en el que para llegar a un nivel alto se debe conocer el punto de partida y luego definir cuáles son las metas de negocios para luego llegar hasta ahí. Hemos visto una correlación muy fuerte entre el nivel de madurez de digitalización de un país y el crecimiento de su PIB. En la medida en que avancemos en la digitalización, mejoraremos la calidad de vida de los habitantes y el crecimiento de la economía de una nación. Hoy en día, México es el músculo industrial de Latinoamérica. Si vemos a futuro, la clave será continuar reforzando la digitalización para seguir vigentes en este mundo tan dinámico.

La transformación digital y la industria 4.0 consisten en cambiar el modelo de negocio de las empresas en forma integral. No es un tema de tecnología per se, sino una estrategia para que las empresas sean más competitivas a través de mejoras en su calidad, eficiencia, flexibilidad y desarrollo de talento. Si vemos las primeras diez empresas con capitalización de mercado a del mundo, la mayoría son muy exitosas porque tienen una base en digitalización muy fuerte. Lo vemos también con la pandemia, las compañías que salieron más fortalecidas son las que se digitalizaron, las que se adaptaron a la demanda del consumidor, a cerrar y volver a abrir. Están más automatizadas, más digitalizadas, con sistemas modernos de electrificación, edificios y operaciones inteligentes. Hay muchos ejemplos, sobre todo a raíz de la pandemia, de las ventajas de la digitalización y de la industria 4.0. Debemos seguir trabajando en equipo, industria, academia, gobierno, cámaras, asociaciones y sociedad para seguir con este desarrollo en el que todos estamos inmersos y que es vital. 

SB: ¿Bajo qué valores rige su dirección?

AP: Desde la casa matriz tenemos valores muy arraigados a nuestra misión que nos mueven día a día. Tenemos 174 años impulsando a la innovación y la responsabilidad social; sin embargo, valores tales como la integridad, el compromiso y la sustentabilidad son parte integral de nuestro negocio, están en nuestro ADN. Desde diciembre del 2020, Siemens México es una empresa cero emisiones con respecto a la energía eléctrica y nuestro compromiso es ser cero emisiones netas para 2030.

También buscamos ayudar a nuestros clientes a impulsar el crecimiento sostenible y a transformar sus industrias a través de cuatro prioridades estratégicas: impactarlos directamente, empoderar al ecosistema que los rodea, lo que incluye a clientes, socios de negocio y colaboradores, mentalidad de crecimiento, y por último, pero no menos importante, tecnología con propósito. Nuestro objetivo es crear tecnología para transformar el día a día.

SB: ¿Cuál es su filosofía de vida y cómo la aplica para tener éxito en su vida personal y profesional?

AP: Soy de las personas que ven el vaso medio lleno, es decir, siempre busco encontrar en cada reto una oportunidad. Por ejemplo, en esta pandemia tuvimos la posibilidad de mostrar la cohesión social, la solidaridad y nuestra preocupación por los demás. Estos valores, casi olvidados, caracterizan a los periodos posteriores a las crisis humanitarias. Y a pesar de todas las pérdidas y contratiempos, será una gran oportunidad para construir un mundo más sostenible y multilateral basado en los principios de una economía de mercado social y ambientalmente responsable

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