Durante las últimas seis décadas, el sector turístico ha experimentado una continua expansión y diversificación, convirtiéndose en uno de los de mayor crecimiento a nivel global. Hoy, busca tomar consciencia acerca de la necesaria transición hacia una industria más sostenible, que involucre tanto a inversionistas como a proveedores de servicios

Por Redacción, Fotografía: Cortesía Hotel Xcaret México

De manera sencilla, la Organización Mundial del Turismo (OMT), un organismo especializado de las Naciones Unidas, define al turismo sostenible como aquel que toma en cuenta plenamente las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales para satisfacer las necesidades de los visitantes, industria, entorno y comunidades anfitrionas.

Este concepto fija las pautas para el desarrollo turístico y prácticas de gestión que aplican a todas las formas de turismo en todos los tipos de destinos, incluidos el de masas. Así, como determina la OMT, “los principios de sostenibilidad se refieren a los aspectos medioambiental, económico y sociocultural del desarrollo turístico, habiéndose de establecer un equilibrio adecuado entre esas tres dimensiones para garantizar su sostenibilidad a largo plazo”.

Siguiendo estos preceptos, la organización establece que el turismo sostenible debe cumplir los siguientes puntos:

  1. Dar uso óptimo a los recursos medioambientales, un elemento fundamental de su desarrollo, manteniendo los procesos ecológicos esenciales y ayudando a conservar los recursos naturales y la diversidad biológica
  2. Respetar la autenticidad sociocultural de las comunidades anfitrionas, conservar sus activos culturales, arquitectónicos y sus valores tradicionales, además de contribuir al entendimiento y la tolerancia intercultural
  3. Asegurar actividades económicas viables a largo plazo, que reporten a todos los agentes beneficios socio-económicos bien distribuidos, entre los que se cuenten oportunidades de empleo estable y la obtención de ingresos y servicios sociales para las comunidades anfitrionas. Estos deben contribuir a la reducción de la pobreza

Además, el desarrollo sostenible del sector turístico exige la participación informada de todos los agentes relevantes, así como un liderazgo político firme para lograr una colaboración amplia y establecer un consenso. A su vez, debe reportar también un alto grado de satisfacción y representar una experiencia significativa, que haga a los viajeros más conscientes de los problemas de la sostenibilidad y fomente en ellos  prácticas turísticas sostenibles.

México avanza en el sector
En mayo pasado, el recién inaugurado Hotel Xcaret México, en la selva de la Riviera Maya, se convirtió en el primero en el continente americano en recibir la certificación EarthCheck en Planeación y Diseño en el marco del EarthCheck Inner Circle 2017. El estándar es reconocido internacionalmente por promover la arquitectura, construcción y proyectos sostenibles.

El diseño arquitectónico ecointegrador se adecua al paisaje tropical con la finalidad de cuidar de manera responsable el hábitat en el que se encuentra. Como asegura el arquitecto Marcos Constandse Redko, director general de Destino Xcaret, “el desarrollo del hotel llevó nueve años de planificación junto con estudios geológicos, ambientales y de agua, lo que nos ha ayudado a realizar un proyecto holístico que preservará los ecosistemas y, además, los enriquecerá”.

Las normas de EarthCheck se basan en los principios de la Agenda 21 y están estructuradas para ayudar a que los proyectos de turismo se conviertan no sólo en grandes lugares para visitar y trabajar, sino también para mejorar la calidad de vida de las comunidades locales. Para lograrlo, en el Hotel Xcaret México se implementaron programas para el uso eficiente del agua y electricidad, además de impulsar la economía de la región y reducir la huella de carbono, una muestra más del permanente compromiso y la responsabilidad social del Grupo al que pertenece.

Al respecto, Stewart Moore, CEO y fundador de EarthCheck aseguró que “los desafíos de la sostenibilidad del mañana exigen un nuevo conjunto de habilidades profesionales de diseño y gestión de proyectos. Esto incluye la identificación de los indicadores de desempeño de los edificios, adecuados para alinear los resultados del negocio con estos principios”.

Así, los estándares de la certificación proporcionan un enfoque integrado para la entrega de proyectos, desde la planificación, el diseño y la construcción hasta la gestión del ciclo de vida operacional de un activo. “El buen diseño debe ser holístico, incorporar métricas operacionales basadas en el desempeño y adoptar un enfoque de sistemas completo”, reveló Moore durante la entrega del reconocimiento.

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