Las pérdidas económicas que resultan de la congestión vial en las principales ciudades del país, en las que se incluyen la Zona Metropolitana del Valle de México, Monterrey y Guadalajara, son de 94 mil millones de pesos al año
Por Verónica Hernández, Fotografía: cortesía de Grin Scooters
En las zonas céntricas de la Ciudad de México, donde se ubican algunos de los edificios inteligentes de mayor altura del país, confluyen varias formas de movilidad, cuyo objetivo principal es reducir el uso del automóvil.
Basta observar en Paseo de la Reforma, una de las avenidas más emblemáticas de la capital, a estos gigantes de concreto, acero y cristal: Torre Mayor con 225 metros de altura; Torre Bancomer con 235 y Torre Reforma con 246, por mencionar sólo tres, donde se concentran más de 150 mil metros cuadrados de oficinas, además de comercios, bancos, gimnasios, restaurantes, etcétera. Ahí llegan a laborar, de lunes a viernes, miles de personas que impulsan nuevos tipos de movilidad.
Existen otros polos, como Santa Fe e Insurgentes Sur, donde también se asienta una cantidad considerable de edificios de oficinas, pero que aún carecen de las opciones que tiene la transitada Reforma.
Para cualquier bolsillo
De acuerdo con Gonzalo Peón, director del Programa México, del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP, por sus siglas en inglés), “en el principal polo de oficinas corporativas en la capital –el de avenida Reforma–, confluyen tres rutas del Metrobús (Reforma, Insurgentes y Buenavista-San Lázaro-Aeropuerto); las líneas 1 y 3 del Sistema de Transporte Colectivo Metro, con sus respectivas conexiones a las 12 líneas que lo componen; la ciclovía, con numerosas estaciones de Ecobici (11 puntos sobre Reforma y otras nueve, cercanas a la colonia Cuauhtémoc); y más recientemente, el servicio de los monopatines”.
En entrevista con Smart Building destaca que existen varias opciones para llegar a esta zona, cada una para distintos bolsillos: “Aquí trabajan más de un millón de personas diariamente y los sistemas de transporte con los que cuentan son una forma eficiente de llegar a su lugar de trabajo”.
Puntualiza que los trabajadores de nivel medio alto y nivel alto tienen la opción de una oferta de viviendas en la zona, lo que permite su movilidad, en ocasiones, sin tener que utilizar el auto, o usando sólo un medio de transporte, como los monopatines y las bicicletas, para llegar a su oficina.
Peón agrega que los trabajadores de menor escala también tienen movilidad con el sistema Ecobici: “Es la micromovilidad para las personas de menores ingresos, quienes también cuentan con el Metrobús y el Metro”.
Para el director del ITDP, “Reforma es un sitio mucho más competitivo y deseado que muchos otros por sus opciones de movilidad, todavía más que Santa Fe o Insurgentes”.
Menos estacionamientos
Según el director del Programa México, el ITDP, ha propuesto que se reduzcan los cajones de estacionamiento en los edificios. Ejemplifica con la Torre Ángel, que está ubicada en la calle de Florencia, en la Zona Rosa, la cual tiene áreas para restaurantes y donde es posible hacer eventos en el estacionamiento. Subraya que “se están empezando a reciclar estos lugares para otros usos”.
En el Reglamento de Construcción CDMX, informa Peón, se establece el número de cajones de estacionamiento permitidos para los edificios como los que se ubican en la avenida Paseo de la Reforma: “La Torre BBVA cuenta con 3 mil 400 que no son utilizados en su totalidad, debido a los diferentes sistemas de transporte con los que cuentan los trabajadores, por lo que podrían tener otras funciones”.
Señala que, con la nueva norma de estacionamientos, ahora es obligatorio construir otros en las edificaciones de Reforma específicamente para bicicletas. “La normatividad tardó mucho en llegar”, opina.
Por otra parte, el ITDP plantea la aplicación de planes de movilidad sustentable, tal y como se realiza en otros países, como con aplicaciones, el carpooling y los vehículos compartidos. “Para promover esto, es posible dar lugares prioritarios en los estacionamientos a quienes comparten su auto, por ejemplo”, sostiene Gonzalo Peón.
Impacto de la congestión vial
Asimismo, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), en alianza con la empresa Sin Tráfico (plataforma de big data y analítica de movilidad) dieron a conocer las pérdidas económicas y sociales causadas por la congestión vial en las principales ciudades de México, en las que se incluyen la Zona Metropolitana del Valle de México, Monterrey y Guadalajara.
Según el estudio El costo de la congestión: vida y recursos perdidos, se pierden 94 mil millones de pesos al año por congestión en las 32 ciudades del país que se analizaron. “Esta cantidad equivale a casi cuatro veces la renovación de la flota de autobuses de la Ciudad de México o tres veces la inversión proyectada para su transporte público de 2018 a 2024”, reveló el documento. Así, la pérdida promedio en todas las ciudades es de 3 mil 875 pesos por persona al año. “El 73 por ciento de ese costo lo pagan los usuarios del transporte público”, destaca el informe.
Entre sus conclusiones, advierte que “de seguir con las mismas políticas públicas e inversión en infraestructura vial que privilegian el uso del vehículo privado sobre el de transporte público, las condiciones podrían agravarse a corto plazo”.
Grin Scooters: éxito de micromovilidad
Con un año y medio de operaciones en México, los scooters o monopatines eléctricos se han erigido como uno de los medios de transporte favoritos de los capitalinos que laboran en las zonas de avenida Paseo de la Reforma y Polanco, entre otras colonias céntricas de las alcaldías Miguel Hidalgo, Benito Juárez y Cuauhtémoc.
Hoy, transitan 1 mil 750 scooters de Grin que realizaron casi 2 millones de viajes durante 2019, con más de 1.3 millones de usuarios, solamente en la Ciudad de México.
Estos vehículos pertenecen a Grin Scooters, una empresa mexicana, cuyo fundador, Sergio Romo, vio la oportunidad de introducirlos, luego de adquirir y usar el monopatín eléctrico y descubrir que era un gran medio de movilidad para una ciudad.
“Surgió como una alternativa eficiente y limpia”, refiere Beriana Mendoza, directora de comunicaciones de Grin Scooters México, en entrevista con Smart Building. “Empezó a crecer en la Ciudad de México, y después se exportó a Bogotá, Colombia”, añade.
Ahora, opera en fusión con la compañía brasileña Yellow, que también maneja este tipo de vehículos en varias ciudades de aquel país sudamericano. Ambas empresas ya son parte del grupo Grow.
La organización está presente en siete países –México, Brasil, Colombia, Perú, Chile, Argentina y Uruguay–, y 24 ciudades de América Latina.
“Los monopatines hicieron surgir la categoría de la micromovilidad. No llegaron para competir con la bicicleta. Son un complemento”, asegura la directiva.
Grin Scooters funciona en la capital mexicana a través de un permiso anual, otorgado por la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México, por el que pagó 1.3 millones de dólares (más de 24 millones de pesos), lo que equivale a 14 mil pesos por monopatín. En la actualidad, sólo puede operar 1 mil 750 patines.
“La regulación vigente es perfectible, ya que frena la adopción de esta alternativa de movilidad”, argumenta Mendoza. “Se tiene que tomar en cuenta que los viajes en este tipo de vehículos buscan sustituir a los que se realizan en coche. Por ejemplo, la tenencia de un auto es mucho menor a lo que pagamos por monopatín por concepto de la contraprestación. Estamos abiertos al diálogo para modificar las reglas iniciales, en beneficio de todos”.
La regulación actual también delimita las zonas de uso en la CDMX sólo a las alcaldías Miguel Hidalgo, Benito Juárez y Cuauhtémoc.
“Sorprendimos a los gobiernos y a las personas con este medio de micromovilidad. En el espacio público de cualquier ciudad de América Latina, hay una gran superficie destinada a los autos (del 90 al 95 por ciento) y sólo un porcentaje reducido (del 5 al 10 por ciento) a la micromovilidad, que es representada por el monopatín y donde también podemos incluir a la bicicleta. La Ciudad de México es de las más complejas en cuanto a su regulación, lo cual es una paradoja debido a la evidente necesidad de estas alternativas”, explica la directora de comunicaciones de Grin Scooters México.
Este sistema funciona a través de una app, soportada por un numeroso equipo de especialistas: programadores, transportistas, redes sociales, atención al cliente, reparadores, etcétera. Hoy, la operadora cuenta con más de 2 mil empleados a nivel global y con alrededor de 500 en México.
Propuestas del IMCO para enfrentar la congestión vehicular citadina
1 Invertir:
- Transporte público eficiente y limpio, conforme a la proporción de usuarios
- Infraestructura para movilidad no motorizada
2 Fomentar la evolución hacia ciudades inteligentes con sistemas centralizados de información de apoyo a usuarios para traslados multimodales
3 Desincentivar el uso del automóvil con impuestos verdes:
- Tenencia
- Impuesto sobre gasolinas
4 Fomentar el crecimiento urbano compacto:
- Usos de suelo mixto
- Mayores alturas de construcción
- Eliminación de requerimientos mínimos de cajones de estacionamiento
- Promover la construcción de vivienda social en zonas centrales:
- Incentivos fiscales
- Aumento de potencial de construcción
6 Eficientar uso de espacio público:
- Extensión del número de parquímetros
- Cobro de vialidades urbanas
- Cargo por congestión