Para el 2050, lograr que el ciento por ciento de los edificios tenga cero emisiones de carbono netas parece un objetivo plausible. ¿Cuáles son las acciones para enfrentar los nuevos retos de la edificación sustentable y cuál será el soporte tecnológico de los proyectos inmobiliarios que erigirán el futuro?

Paola Guevara, Fotografía: Smart Building

Con más de 16 años de historia, Bioconstrucción y Energía Alternativa (BEA) ha liderado el negocio de soluciones integrales para la edificación sustentable en los segmentos comercial e industrial. Recientemente, se convirtió en la primera empresa en México que se une al compromiso Net Zero Carbon Buildings, un programa creado por el World Green Building Council (WGBC), el cual insta a los inmuebles a tomar medidas climáticas urgentes e inmediatas para descarbonizar el entorno construido. El propósito: que los edificios de todo el mundo alcancen un 40 por ciento menos de emisiones de carbono para 2030, y alcanzar el ciento por ciento de emisiones netas cero para 2050, cuenta el ingeniero César Ulises Treviño, director general de BEA, en entrevista con Smart Building.

Además de compartir lineamientos ambientales, agrega el directivo, BEA predica con el ejemplo, como lo demuestran sus oficinas corporativas en San Pedro Garza Monterrey, Nuevo León) que recibieron un LEED EBOM (Edificio Existente: Operación y Mantenimiento) y alcanzaron la doble certificación LEED Platino: primero como edificio nuevo, y ahora como existente.

En 2018, Treviño recibió un reconocimiento especial premiando su trayectoria y liderazgo en edificación sustentable y certificación LEED, convirtiéndose en el primer profesional latinoamericano en obtener esta distinción en el congreso Internacional Greenbuild México.

A continuación, el director general de BEA profundiza acerca de la ruta que deben tomar los proyectos de construcción para cumplir con los objetivos del Net Zero Carbon Buildings.

El carbono en los edificios tiene dos componentes, el que se encuentra en los materiales de construcción y el que se genera dentro del mismo. El 20 % del carbono se encuentra en los materiales, el 80 % restante corresponde a la energía operativa”:
César Ulises Treviño, director general de Bioconstrucción y Energía Alternativa

Smart Building (SB): ¿Cuáles son los objetivos de BEA para fortalecer la sustentabilidad en el sector de la construcción?
Ulises Treviño (UT): Queremos que cada proyecto busque su mayor potencial. La organización comenzó con un enfoque en edificios cero carbono y regenerativos. En cada uno de los proyectos en los que participamos trazamos objetivos, realizamos valoraciones de ciclo de vida, de una manera técnica y científica para poder conocer no solamente los beneficios fundamentales de la edificación sostenible, ahorro energético y demanda de recursos, sino proyectarlos hacia una meta en la que idealmente las edificaciones puedan llegar a una condición de neutralidad en cuanto a la emisión de gases de efecto invernadero.

SB: ¿Cuáles son los procesos que han implementado como organización para adaptarse a los retos actuales?
UT: En el nuevo contexto de la pandemia hemos replanteado nuestros procesos internos. Estamos agregando en el plan de ruta un mayor uso de las plataformas digitales en nuestros servicios profesionales. Estamos reconfigurando nuestra comunicación para la gestión de proyectos, incluyendo nuevos indicadores de desempeño. Hace unos meses replanteamos nuestros KIP’s [indicadores clave de rendimiento] internos enfocándolos a la condición del teletrabajo. Hacemos una medición de los impactos de salud y bienestar en los espacios construidos, compartimos nuevos ejercicios y cálculos que informan al proyecto cuál es su efecto en lo que refiere a las emisiones de dióxido de carbono, eficiencia energética, salud y confort interior, por mencionar algunas variables.

SB: ¿Cuál fue la importancia de la Semana Mundial de la Construcción Sustentable?
UT: Este evento tuvo por objetivo generar sensibilidad acerca de cómo las buenas prácticas pueden ayudar a la economía y el medioambiente. Promover una especie de sensibilización y tomar acciones que podemos realizar para que cada proyecto, sea nuevo o existente, comience a transitar hacia una edificación cero carbono neto. Algo muy importante de lo que se habló es que, para el 2030, se prevé que todos los edificios nuevos sean cero carbono operacional, y en 2050, que todos los edificios nuevos y existentes sean cero carbono, no solo operativo, también incorporado.

SB: ¿Cómo se emite el carbono en un edificio?
UT: El carbono en los edificios tiene dos componentes, el que se encuentra en los materiales de construcción y el que se genera dentro del mismo. El 20 por ciento del carbono se encuentra en los materiales, el otro 80 por ciento restante corresponde a la energía operativa.

SB: ¿Cómo se integran al compromiso Net Zero Carbon Buildings?
UT: Los objetivos de BEA se alinean completamente con el compromiso Net Zero. Somos la primera empresa mexicana signataria del programa del World Green Building Council. Realizamos un pacto en el que la empresa declara y se compromete a llevar acciones propias y de colaboración con sus clientes. Como parte de este compromiso, para el 2030 todos nuestros espacios de operación y oficinas serán Net Zero Carbon Buildings.

SB: ¿Qué acciones se deberían aplicar para garantizar que el confort climático se adhiera a los objetivos Net Zero?
UT: Debemos seguir una fórmula irrefutable, que consiste en iniciar con un adecuado diseño bioclimático, un diseño solar pasivo, un trabajo en el cual la envolvente y los elementos del exterior del edificio sean nuestra primera capa de defensa y también de cercanía con los elementos naturales. La clave está en maximizar el diseño bioclimático a efectos de reducir el requerimiento de climatización artificial. Además, hay que utilizar más energías renovables.

SB: ¿Cómo deben colaborar las industrias de la construcción y HVAC para diseñar proyectos más amigables con el medioambiente?
UT: A través de la declaración ambiental de productos y materiales, crear etiquetados que contengan un cálculo de ciclo de vida, durabilidad, costo y huella ambiental. Es como una declaración de salud de ciertos productos. Viene un nuevo reto, pues lo anterior involucra a toda la cadena de producción y de suministros. Otro aspecto importante es la calidad del aire interior, ahora con la pandemia se perseguirá aún más este aspecto, pero con una mayor eficiencia energética.

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