Son muchos los factores en juego que deben contemplarse para que un edificio pueda entrar en la categoría de smart building, uno de los más importantes es la gestión eficiente y sostenible de la iluminación

José Armas Ramírez

Fotografía superior: El uso de plataformas de gestión energética reduce hasta un 80 % los costos operativos del alumbrado en un edificio y contribuye a lograr la certificación LEED. En la imagen, la Torre Glorieta Insurgentes, un smart building de la Ciudad de México que ostenta el distintivo LEED platino.

Desde dispositivos móviles hasta infraestructuras completas, el constante avance de la tecnología ha transformado el modo de vida de las personas y replanteado su relación con el entorno y los espacios que habitan. Una de las tendencias que marcará al 2020 será la forma en cómo se proyectan y construyen las edificaciones, las cuales buscan integrar plataformas de gestión inteligente que les permitan convertirse en smart buildings.

Dicho concepto engloba múltiples características, entre las cuales destacan el uso de sistemas de consumo energético eficaces que contribuyan a reducir sus emisiones de CO2.

Además de consumir menos energía, los edificios inteligentes se caracterizan por la integración de sistemas. Este concepto es aplicable para diferentes recintos como hospitales, oficinas, bancos, escuelas, museos, etcétera. Por esa razón, es importante elegir soluciones que permitan administrar sus instalaciones de forma sencilla y eficiente.

Luz sostenible para la certificación
Un aspecto determinante para la operación eficiente de los inmuebles es la gestión de su consumo de electricidad. En el mercado existen plataformas de gestión de la energía que permiten controlar de forma inteligente la iluminación de una propiedad, de tal manera que el alumbrado no esté encendido siempre, a menos que sea necesario. Asimismo, regulan la cantidad de luz dependiendo de la hora del día, lo que contribuye al aprovechamiento del recurso solar.

Un ejemplo es Smartengine, un sistema de iluminación desarrollado por Wtec, el cual reduce hasta en un 80 por ciento los costos operativos de alumbrado y, por lo tanto, potencia el desempeño y sustentabilidad de los inmuebles. A la par del beneficio energético, este tipo de soluciones son consideradas para lograr una certificación LEED, ya que integrar una plataforma de gestión de energía a una infraestructura permite obtener hasta 29 puntos de los 40 necesarios para el distintivo base.

Espacios más seguros
Si de maximizar la seguridad se trata, los sistemas de gestión de energía están equipados con sensores de calor y movimiento para detectar cualquier anomalía, como un aumento de temperatura que pudiese representar un riesgo, enviando una alerta de forma inmediata al equipo de seguridad para resolver el problema de forma eficaz. En una situación en la que una infraestructura se vea afectada, ofrecen la posibilidad de alumbrar rutas de evacuación alternas, para evitar zonas potencialmente peligrosas y, de este modo, que el personal pueda ponerse a salvo dentro o afuera del inmueble.

Iluminación potenciada por el IoT
Otro factor clave es el control eficaz de los dispositivos de IoT. A pesar de que muchas empresas aún tienen reservas al momento de incorporar estas plataformas a sus smart buildings, dicha integración ofrece las siguientes ventajas:

Unificación en una sola red: permite a las edificaciones construir una red segura, debido a que unifica múltiples redes de la capa física en una sola, brindando a los propietarios la posibilidad de obtener más rápido los beneficios de las inversiones en IoT. Lo anterior se debe a que los smart buildings son capaces de crear nuevas experiencias en oficinas, museos, escuelas, plazas comerciales, entre otros espacios, haciendo partícipes a residentes e inquilinos que buscan gestionar servicios como iluminación, controles ambientales, cerraduras, etcétera.

Tranquilidad de los usuarios: contar con una red de IoT unificada y segura brinda la posibilidad de que los edificios puedan maximizar su seguridad en diversas situaciones, por ejemplo, a través de la administración remota de tarjetas de acceso, permitiendo o denegando el paso a personal no autorizado. Asimismo, la gestión del resto de los servicios pueda llevarse a cabo de una forma eficiente, a fin de que los usuarios puedan experimentar una sensación de confianza.

Si bien existen muchos otros factores para que un edificio pueda entrar en la categoría de smart building, el elemento primordial sigue siendo la gestión eficaz y sostenible de su consumo energético.

Es innegable que vivimos en una era en la que el cuidado del entorno es un compromiso en el que todos podemos participar. Por ello, es imperativo implementar soluciones que ayuden a potenciar la inteligencia y sustentabilidad de las edificaciones que habitamos.
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José Armas Ramírez
@EraTelecom
Ingeniero en Sistemas Computacionales por el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Guadalajara. Actualmente es director comercial de ERA Telecomunicaciones.

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