Las luces UVC en aires acondicionados y el uso de filtros virales de mayor eficiencia MERV 13 a 16 pueden contribuir a la reapertura segura de los restaurantes en la CDMX

Se cocinó el acuerdo entre el sector restaurantero y el Gobierno de la Ciudad de México. Luego del #cacerolazo de la semana pasada y la campaña #AbrirOMorir, los restaurantes capitalinos reabrirán sus puertas a partir del 18 de enero.

Excelente noticia para los comilones de la ciudad, excepto por un detalle: la reapertura está condicionada. Primero, los restauranteros deben registrarse en la siguiente página y cumplir con estos requisitos:

  1. Disponer de terraza y/o espacios al aire libre (banquetas, cajones de estacionamiento, parques).
  2. No más de cuatro personas por mesa y guardar una sana distancia mínima de 1.5 metros entre cada una de las mesas.
  3. Uso de código QR obligatorio a la entrada para registrar la estancia de los comensales y llevar un rastro de posibles contagios.
  4. Realizar muestreos semanales a los empleados con pruebas de Covid-19 tipo PCR.
  5. Mantener el diálogo con las autoridades para revisar los protocolos de reapertura de manera gradual y progresiva acorde al estatus del semáforo epidemiológico de la capital.

Tantas precauciones podrían parecer excesivas, pero la realidad es que están plenamente justificadas. Revisemos la evidencia.

ESPACIOS SIN VENTILAR, INCUBADORAS DE COVID-19

A mediados del 2020, la ciencia demostró que la mala ventilación y operación deficiente del aire acondicionado en restaurantes y locales cerrados son decisivas para la transmisión del SARS-CoV-2. ¿Significa esto que los sistemas HVAC son malos en sí mismos? Pues no. El problema, reiteramos, es el pésimo manejo y falta de mantenimiento de las instalaciones HVAC, como demuestran al menos estas dos investigaciones (1 y 2) .

Y es que la recirculación de aire viciado puede crear condiciones de humedad y temperatura idóneas para la supervivencia y transmisión a través del aire (aerosoles/microgotas respiratorias) del SARS-CoV-2.

 

La calidad del ambiente interior es decisiva para evitar la propagación del SARS-CoV-2 en restaurantes.

 

La misma Organización Mundial de la Salud recomienda aumentar las tasas de ventilación por medios naturales y/o mecánicos. Esta acción es un factor crucial para evitar la propagación de virus en espacios interiores. Una buena ventilación y calidad del ambiente interior (CAI) puede lograrse de forma natural, es decir, abriendo las ventanas, pero también aumentando el porcentaje de aire exterior (renovación) y mejorando la filtración de los equipos.

Para ello, se recomienda el uso de filtros virales de mayor eficiencia MERV 13 a 16, EPA 2019, así como la limpieza y mantenimiento de aires acondicionado divididos, multisplit y unidades manejadoras de aire. Lo peligroso, pues, es mantener las ventanas cerradas y el ambiente sin renovación de aire.

Ventilar, ventilar, ventilar. Este el mantra que todo espacio cerrado, los restaurantes incluidos, deben seguir al pie de la letra.

 

UVGI, LA NÉMESIS DEL CORONAVIRUS

Junto al aumento de las tasas de ventilación y renovación del aire, otra medida eficiente es la instalación de lámparas de luz ultravioleta germinicida (UVGI) en sistemas HVAC.

La UV tiene una longitud de onda menor a la luz visible (indetectable para el ojo humano), pero mayor a la de los rayos X, es decir, se encuentra entre los 200 y 400 nanómetros (nm=10-9). Ésta, a su vez, se subdivide en UVA (onda larga, de 400 a 315 nm), UVB (longitud media, de 315 a 280 nm) y UVC (corta, de 280 a 200 nm). “La longitud de onda de 250 nanómetros de los rayos UVC es la más efectiva como germinicida. Posee la capacidad de romper las paredes celulares de los microorganismos, entrar, quemar y dañar su material genético. Como consecuencia, éste muere o pierde su capacidad de reproducirse”, asevera el ingeniero Fernando Bonilla, especialista en el tema.

La luces UVGI instaladas en el aire acondicionado son efectivas para destruir el ARN del coronavirus.

 

La UVC tiene la capacidad de irradiarse de manera directa a todos los objetos y superficies a su alcance, y de manera indirecta, a las zonas oscuras mediante la reflexión. La desinfección por medio de la reflexión depende de la reflectividad del propio material, el tiempo de irradiación y la propia luz. Y lo más importante, debido a su longitud de onda, no es dañina para los seres humanos.

Cuando no se puede aumentar la ventilación del aire exterior o se quiere agregar otra capa de protección, empresas como Trane recomiendan aplicar la UVGI en ductos, equipos y techos de restaurantes. La intensidad y la duración de la exposición influyen considerablemente en la erradicación de virus, por lo que se debe consultar a un profesional en la materia.

Este conjunto de acciones (filtración mejorada, renovación del aire exterior, luz UVGI) son parte de un enfoque esencial para optimizar la CAI y salud de las personas en espacios cerrados. Los restaurantes de la capital, pues, deberán tenerlas muy presentes, más cuando la CDMX deje atrás el semáforo rojo y volvamos a la normalidad. Sólo así podrán atender a sus clientes con la seguridad de brindarles un ambiente interior más saludable y confortable.

 

 

 

 

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