Abraham Maslow proponía una teoría en la que postulaba que sólo cuando las necesidades básicas son satisfechas es posible estar en condiciones de desarrollar la humanidad.

Es decir que, hasta que todos tengan acceso a una vivienda digna que cuente con servicios básicos, en donde puedan convivir sanamente y dedicarse tiempo en familia en lugar de solamente trasladarse al trabajo, es cuando se podrá aspirar a una mayor calidad de vida, al siguiente nivel.

En la Ciudad de México, cada año se demandan más de 56 mil viviendas; 20 mil de ellas se cubren a partir de la compra y venta de inmuebles usados, y únicamente se produce un aproximado de 12 mil espacios nuevos, lo que genera un vacío de más de 20 mil viviendas.

Producir y ofrecer vivienda en zonas urbanas no es nada fácil. Hay diversos factores que impiden cumplir con la demanda; uno de ellos es el acceso al agua.

A largo plazo, la única solución para brindar este servicio es el reciclaje; en la actualidad, con la ayuda de la tecnología, es posible reciclar toda el agua que se consume, independientemente de si proviene de lavabos, regaderas, o hasta escusados. La razón por la que aún no se aplica esta innovación es por su costo de instalación y de mantenimiento, principalmente.

Estudios realizados por Quiero Casa demuestran que es posible ahorrar al menos el 60 por ciento del consumo de agua en un edificio si se trata la proveniente de lavabos, lavadoras y regaderas. Los costos de esta tecnología no rebasan el 2 por ciento del valor comercial, e implican un costo de mantenimiento inferior a 150 pesos al mes por departamento en complejos de más de 150 viviendas.

Aunque la tecnología existe y los costos no aparentan ser excesivos, aún es necesario buscar esquemas que la hagan viable en la Ciudad de México. Entre las propuestas está eliminar el subsidio, o bien, limitarlo arriba del consumo de 150 litros por persona, así como reducir el pago de derechos a los desarrollos que incorporen tecnología hidráulica para el reciclaje.

La realidad es que es necesario atender el reto de reducir el consumo de agua para garantizar el acceso a la población en el mediano y largo plazo.

David Hoffs
Ingeniero industrial. Colabora como consejero para varias empresas y tiene más de cinco años de experiencia en planeación financiera y creación de nuevos negocios.

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