Los arquitectos Ingrid Moye y Christoph Zeller forman una dupla creativa que encabeza uno de los despachos más propositivos de la escena arquitectónica contemporánea. Conoce más acerca de ellos en la siguiente entrevista.

Por: Ricardo Donato / Cortesía de Napoleón Habeica

La arquitectura cada día se parece más al arte y el arte cada vez se parece más a la arquitectura, reza una famosa línea del ensayo El complejo arte-arquitectura (Turner, 2011), de Hal Foster. Este hecho, advierte el crítico estadunidense, produce actualmente un estilo global con tendencia al minimalismo y la experimentación que difumina los límites entre ambas disciplinas y genera debates en torno al uso de nuevos materiales, soportes, sustentabilidad y tecnologías.

La obra de los arquitectos Ingrid Moye (CDMX, 1984) y Christoph Zeller (Berlín, 1974) encaja en esta tendencia que, a juicio de Foster, tiene como máximos exponentes a creadores como Zaha Hadid, Renzo Piano, Elizabeth Diller, Ricardo Scofidio, Jacques Herzog y Pierre de Meuron, entre otros.

Ingrid Moye y Christoph Zeller, de hecho, se conocieron hace más de una década trabajando para la firma de dos de estos grandes arquitectos: la suiza Herzog & de Meuron, ganadora del Pritzker en 2001. Allí, mientras diseñaban museos desde Basilea y Londres, entre estos la extensión del Tate Modern, donde Christoph fungía como líder de proyecto, surgió una admiración mutua: “Uno de los elementos que nos atrajo fue la fascinación que ambos tenemos por la estética japonesa, ya que ambos trabajamos para SANAA, de Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa, aunque en periodos diferentes. Compartíamos también una inclinación hacia el arte”, cuenta la arquitecta Moye en entrevista exclusiva con Smart Building.

“Somos de dos continentes muy diferentes entre sí. Por lo tanto, tenemos antecedentes diferentes, lo que enriquece nuestra colaboración. Sin embargo, ciertos intereses se traslapan y encuentran salida en los proyectos como el enfoque en la materialidad, el paisaje y la iluminación natural”, agrega por su parte Christoph Zeller.

Luego de participar en importantes obras de la firma suiza, como el Tate Modern Project y la Serpentine Gallery Pavilion 2012, decidieron que era tiempo de fundar su propia firma de arquitectura desde un enfoque interdisciplinario, analítico y global con sedes en la Ciudad de México y Berlín.

Nace así Zeller & Moye, un estudio multicultural (el 50 por ciento de su personal es de países distintos a los de su nacionalidad) con “un método de trabajo único de amplia experimentación para el desarrollo de proyectos que articulen propuestas significativas para el mundo contemporáneo”, afirma la pareja de creadores.

A la fecha han diseñado más de setenta proyectos en todas las escalas desde el diseño de muebles hasta espacios públicos y grandes edificios culturales en Europa, Estados Unidos y México. Estamos, pues, ante una dupla creativa que busca llevar hacia nuevos horizontes el arte-arquitectura.

Smart Building (SB): ¿Cómo surge en cada uno de ustedes el gusto y vocación por la arquitectura y el diseño contemporáneo?

Ingrid Moye (IM): Desde niña me interesó el arte, el diseño y la arquitectura, pero lo que más me interesaba eran los espacios. Decidí estudiar arquitectura porque me pareció que me podría dar las bases para diseñar a diferentes escalas y crear un campo de trabajo diverso e interdisciplinar.

Christoph Zeller (CZ): En mi opinión, la creación sólo tiene sentido cuando una obra es relevante para la sociedad en el presente. Aunque es una buena experiencia ver la arquitectura y el diseño del pasado, es importante verlos sólo como referencias. Al final del día, vivimos el presente y queremos que nuestra visión se exprese en nuestros diseños.

SB: ¿Cuáles son sus principales influencias como arquitectos y diseñadores tanto de México como de Alemania?

IM: Inevitablemente la obra de Luis Barragán ha sido y es una de las influencias más importantes en mi trabajo, incluso desde niña, cuando descubrí uno de sus parques. Kazuyo Sejima ha sido más que una influencia, una mentora en mi formación, ya que trabajé en su despacho antes de formar mi propia oficina.

CZ: Las arquitecturas del norte de Europa y de México son muy diferentes entre sí. Disfruto diseñando para esta variedad de climas, culturas y contextos culturales. Las ricas prexistencias históricas como el periodo modernista con arquitectos como Mies van der Rohe, pero también arquitectura prehistórica de México, son guías útiles para diseñar en el presente.

SB: ¿Cómo y cuándo surge Zeller & Moye y cuál es la filosofía del estudio?

IM: Desde que nos conocimos compartimos el plan de fundar nuestro propio estudio. En 2013 creamos la oficina y decidimos tener dos bases desde el principio: Berlín y la Ciudad de México.

Creo que la creatividad no sólo es importante en el diseño, sino también en la administración y dirección de una oficina de arquitectura. La arquitectura tiene esta cualidad de ser multifacética. Ser arquitecto es como tener una personalidad doble entre lo pragmático y lo creativo.

CZ: La filosofía del estudio es el ver a cada proyecto, sin importar la escala o el presupuesto, como una oportunidad de ir más allá en la experimentación del diseño, para encontrar un diseño único y específico. Nos enfocamos principalmente en proyectos culturales y de arte, aunque nos interesa trabajar en todo tipo de programas. Experimentamos también con el uso de materiales en nuestras obras, repensando las soluciones convencionales.

SB: ¿Cómo interviene la sustentabilidad o el concepto de edificación sostenible en el diseño arquitectónico de Zeller & Moye?

IM: Nos interesa que cada proyecto tenga un impacto positivo en la sociedad y en el medio ambiente. Conceptualizamos los proyectos desde un inicio con ideas sustentables, en lugar de ser ideas que se añadan al proyecto. De esta forma, los elementos sustentables no son sólo aditamentos, sino que son el proyecto en sí mismo: la selección de materiales, la forma, las actividades, el emplazamiento, etcétera.

CZ: Coincido con eso. Tratamos a la sustentabilidad no como un añadido, sino como una forma de pensar el concepto de un edificio. Por ejemplo, remeter ventanas en una fachada sur no cuesta mucho, pero sí crea un mejor clima al interior. Con frecuencia, son las acciones simples las que hacen la diferencia.

SB: Han sido nombrados como uno de los 100 creativos líderes en todo el mundo por AD Architechtural Digest ¿cuáles creen que son los principales elementos y/o cualidades estilísticas que definen su trabajo creativo?

IM: Nuestros proyectos expresan nuestra búsqueda por un replanteamiento programático, formal y material. Somos una oficina multicultural y eso también se expresa en los proyectos. Los elementos de diseño más importantes son los naturales y más elementales como el paisaje, la iluminación o la ventilación.

SB: ¿Cuál ha sido su proyecto arquitectónico o de interiores más desafiante y también del que más se enorgullecen y por qué?

IM: Ningún proyecto me parece el más importante de todos, pero un proyecto que es muy especial para mi es el Memorial del Anfal en Kurdistán, Irak.  La relevancia de este proyecto es que es un memorial iniciado por una comunidad de mujeres sobrevivientes del genocidio del Anfal, llevado a cabo por Saddam Hussein, a finales de los ochenta. El memorial funciona no sólo como un símbolo de las pérdidas humanas, sino también como un centro comunitario para reunirse y para preservar un acervo de su cultura. El proyecto, entonces, tiene un fin de trascendencia muy importante para la cultura kurda.

SB: ¿La pandemia de covid-19 está cambiando el diseño arquitectónico y la construcción de edificios? Si es así, ¿podrían mencionar algunos ejemplos?

IM: Un aprendizaje más de la pandemia es que la arquitectura puede generar espacios más saludables. Diseñar espacios con ventilaciones cruzadas puede, por ejemplo, ayudar a disminuir el contagio de infecciones virales. El diseñar viviendas con espacios adaptables puede permitir flexibilidad de uso para situaciones de cambio como la que experimentamos con la covid-19, donde lo doméstico se mezcló con lo laboral y lo educativo, a pesar de que determinados espacios no hubieran sido diseñados para cumplir ciertas funciones. La pandemia convirtió a nuestras viviendas en verdaderos refugios. Esto nos ha hecho reflexionar sobre la importancia de la arquitectura en nuestras vidas.

CZ: La pandemia cambiará la forma en que vivimos. Desde que pasamos más tiempo en casa, pienso en la necesidad de espacios flexibles adicionales en las viviendas, que puedan convertirse en espacios de home office para trabajar en casa, o en el lugar donde un niño pueda atender clases en línea desde casa.

SB: ¿Qué otros proyectos hay en puerta para Zeller & Moye?

IM: Un proyecto muy especial que estamos desarrollando es un pabellón permanente para Apple en California. El pabellón es de un vidrio especial hecho a base de arena de múltiples desiertos de alrededor del mundo, donde el paisaje y los árboles forman parte del espacio.

CZ: Actualmente, desarrollamos un proyecto para una extensión de una azotea en Berlín, añadiendo un nuevo nivel a un bloque de vivienda existente. Asimismo, veo un gran potencial en México para la redensificación urbana más allá de los rascacielos, más como una extensión vertical a los bloques existentes para mantener la escala histórica de la ciudad.

SB: ¿Con quién les gustaría trabajar y todavía no lo han hecho?

IM: Con la NASA.

CZ: Con algún visionario que quisiera crear algo totalmente diferente.

SB: Si no hubieran sido arquitectos, ¿qué le hubiera gustado ser?

IM: Artista.

CZ: Actor. Cuando era niño tuve la oportunidad de ser actor en una película, pero después mi carrera tomó otro rumbo

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