Los sismos que azotaron a México en el mes de septiembre han dejado un número importante de damnificados, principalmente en los estados Puebla, Morelos, Estado de México, Chiapas, Oaxaca y Ciudad de México.
Por tal motivo, jóvenes arquitectos crearon Viviendas Emergentes (VIEM), una iniciativa para construir viviendas con botellas de Poli Etilén Tereftalato (PET) para los damnificados por el sismo.
De esta manera, se usarán botellas de plástico y escombros de los propios edificios desplomados para ofrecerle una solución provisional a las personas afectadas por el sismo y además reducir material inorgánico.
Leonel Sahori Gámez, encargado de Relaciones Públicas de VIEM, explicó a El Economista que el sismo del pasado 19 se septiembre detonó la implementación de este proyecto, usando una técnica y un modelo de construcción que ya ha sido probado en otros países y que además es asequible y sustentable.
El boceto de casas VIEM mide entre 60 y 64 metros cuadrados, cuenta con captación de agua, puede durar de dos a cinco años sin mantenimiento y hasta 30 años con mantenimiento. Para una vivienda de este tipo, se necesitarían 15 mil botellas por casa que serán rellenas con una mezcla de escombros, arena y caucho para así formar muros que se complementan con cemento.
David García, cofundador de VIEM, aseguró que las viviendas son antisísmicas, impermeables y aislantes, que permiten protegerse de la intemperie, y destaca que tienen un carácter temporal, ya que mucha gente está durmiendo en la calle o sobre los escombros de sus casas por temor a robos.
Además, García informó que Protección Civil está haciendo las pruebas de seguridad correspondientes y están a la espera de autoridades para que le otorguen los permisos correspondientes para comenzar a construir viviendas con los denominados “ecoladrillos”.
Las botellas que están solicitando en VIEM deben estar en buen estado, no aplastadas, de preferencia limpias y con tapa. En su página de Facebook se puede conseguir más información acerca de donativos.
Redacción