Entre los acuerdos logrados durante la COP23, destaca la Alianza por un futuro energético sin carbón que encabeza Reino Unido y Canadá, la cual fue avalada por más de 20 países. Estas acciones se suman a otros pactos alcanzados en la reunión, como la inversión de 30 millones de euros para el Programa de Transiciones a Energía Limpia y la creación de una nueva Alianza de Descarbonización del Transporte

Por Hugo León Morales

Con la ciudad de Bonn, Alemania, como sede, del 6 al 17 de noviembre se realizó la vigésimo tercera Conferencia sobre el Cambio Climático de la Organización de las Naciones Unidas (COP23), que en esta ocasión estuvo bajo la presidencia de Frank Bainimarama, primer ministro de Fiji.

Durante el evento, más de 20 países acordaron firmar la Alianza por un futuro energético sin carbón, que tiene como objetivo eliminar gradualmente las centrales térmicas tradicionales y establecer una moratoria sobre cualquier nueva central eléctrica de carbón sin captura y almacenamiento de dióxido de carbono (CO2).

De acuerdo con información proporcionada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a este tratado se sumaron una serie de empresas y otros actores no gubernamentales, quienes también se comprometieron a impulsar sus operaciones sin carbón.

Liderada por Reino Unido y Canadá, entre los países que se apegaron al tratado destacan México, Dinamarca, Nueva Zelanda, Finlandia, Italia, entre otros. Además, significativamente, varios estados norteamericanos, como Hawái, California, Nueva York, Oregón y Washington, se unieron a la declaratoria.

La propia ONU dio a conocer en sus comunicados que los socios de la Powering Past Coal Alliance trabajarán juntos para intercambiar experiencias y mejores prácticas para apoyar la eliminación gradual del carbón, a través del financiamiento climático, y adoptar iniciativas prácticas que respalden esta transición hacia la energía limpia. Los países fundadores de la alianza buscarán alcanzar 50 socios antes de la COP24, por realizarse en Katowice, Polonia.

También se presentaron algunas iniciativas voluntarias del sector para hacer frente a aspectos concretos sobre transporte y cambio climático, como Below50 (Por debajo de 50), en la que se propone un crecimiento del mercado mundial de los combustibles sostenibles; EcoMobility Alliance (Alianza de Ecomovilidad), que busca crear ciudades comprometidas con el transporte sostenible; EV100, con la que se proyecta una mayor aceleración en la transición a la electromovilidad, y finalmente, Walk 21 (Andar 21), en la que se hará una valoración de las ciudades en las que se pueda caminar más.

Uno de los temas más importantes durante la COP23 fue impulsar la aplicación del Acuerdo de París. Las negociaciones se centraron en elaborar directrices para aplicar las disposiciones de dicho pacto sobre una amplia gama de cuestiones, como la transparencia, adaptación, reducción de las emisiones, financiación, creación de capacidad y tecnología. Los logros y acuerdos alcanzados en esta materia servirán para que, a lo largo de la COP24, que se celebrará en Polonia en 2018, se pacten los lineamientos finales.

Ciudades y comunidades del mundo
Bajo este tema se puso de manifiesto la acción urgente para lograr tanto el Acuerdo de París como el Objetivo de Desarrollo Sostenible 11 de la Agenda 2030, que consiste en lograr que las ciudades y asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles, así lo dio a conocer la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC) en un comunicado oficial.

Las áreas urbanas representan alrededor de dos tercios de las emisiones mundiales de Gases de Efecto Invernadero (GEI), derivadas del uso de la energía en el mundo. Su contribución global a las emisiones totales de GEI se estima entre el 37 y 49 por ciento a nivel mundial, según los supuestos básicos de los datos utilizados, informa el documento.

Los edificios, por ejemplo, son responsables de alrededor del 40 por ciento de las emisiones mundiales de GEI, pero son un elemento esencial para que los países alcancen sus contribuciones determinadas a nivel nacional.

Así, de las contribuciones presentadas, 132 mencionan de forma explícita el sector de la construcción. Si estos compromisos se alcanzaran, además de la acción ya existente, se cubriría alrededor del 60 por ciento de las emisiones de CO2 relacionadas con la construcción. Sin embargo, casi un tercio de las contribuciones determinadas a nivel nacional que mencionan construcciones no indican acciones específicas sobre cómo lograr su objetivo.

“Durante los próximos años, los edificios climáticamente neutros serán esenciales para ayudar a los países a lograr sus contribuciones determinadas a nivel nacional”, afirmó Terri Wills, director del World Green Building Council en el comunicado emitido por la UNFCCC.

Por su parte, la Global Alliance for Buildings and Construction, presentada de forma conjunta por el gobierno de  Francia y la ONU Medio Ambiente en París, tiene como meta aumentar la descarbonización de los edificios y del sector de la construcción. Para ello, se firmó un acuerdo común para acelerar la velocidad y ampliar la acción colaborativa.

“Debemos garantizar que las inversiones en vivienda e infraestructura que acompañan a la creciente urbanización también sean de neutralidad climática, eficientes en cuanto a los recursos y resilientes para cumplir la Agenda de Desarrollo 2030 y el Acuerdo de París”, dijo Martina Otto, jefa de la Unidad de Ciudades de ONU Cambio Climático.

El titular de la Semarnat representó a la delegación nacional en la COP23

Cada vez es más evidente que las metrópolis desempeñan una función esencial, tanto en la mitigación del cambio climático como en la adaptación, al tiempo que mejoran la salud y el bienestar de los ciudadanos. Las ciudades bien planificadas son resilientes y disminuyen la congestión y las emisiones contaminantes, ya que promueven el uso eficiente de los recursos. Son centros de innovación, empleo e interacción social.

México en la COP23
Además de los acuerdos antes firmados, a través del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), México presentó una investigación innovadora para apoyar la electromovilidad en el Valle de México.

El proyecto, que obtuvo el primer lugar del concurso Datos para la Acción Climática, ayudará a disminuir emisiones de GEI y carbono negro en el autotransporte de Ciudad de México, usando más de 50 millones de entradas de la base de datos de Waze y Google Popular Times.

Para lograrlo, estudia los patrones sociales y de movilidad para proponer rutas óptimas, políticas de electromovilidad y el desarrollo de infraestructura necesaria, como electrolineras y estaciones de transporte multimodal. Además, evalúa la reducción de CO2 y de partículas finas PM2.5 asociadas a tres tipos de políticas de electrificación vehicular para taxis, autobuses y vehículos ligeros.

Asimismo, por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales se planteó agregar los Contaminantes Climáticos de Vida Corta a las acciones de mitigación de los Gases de Efecto Invernadero.

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