Edith Bayer y Ana Lepure, especialistas en eficiencia energética para la Agencia Internacional de Energía, exponen la importancia para el mundo que tuvo el PACC-BEA implementado en Campeche y Yucatán y cuál fue el apoyo que dio la AIE a su desarrollo
Redacción
Edith Bayer, analista de políticas de eficiencia energética para la Agencia Internacional de Energía( AIE), y Ana Lepure, consultora de eficiencia energética para la AIE, son expertas que dieron soporte al Programa de Acción Climática para Ciudades apoyado por el Acelerador de Eficiencia Energética en Edificaciones (PACC-BEA). Como parte del organismo que brinda apoyo a países que buscan desarrollar políticas energéticas, ambas especialistas tienen el conocimiento necesario para comprender la importancia de la eficiencia energética y los beneficios locales y globales de programas como el PACC-BEA. En esta entrevista, profundizan sobre éstos y otros temas.
¿Qué importancia tiene la eficiencia energética en la edificación?
Es importante por varias razones. Primero por la contribución de las edificaciones a la emisión de gases de efecto invernadero y también otras emisiones derivadas de la producción y uso de la energía en este sector. Segundo: ahorrar energía es ahorrar dinero, y esto es verdad a nivel del hogar, del sector público y también del privado. Y muy importante también son los múltiples beneficios de la eficiencia energética en las edificaciones, como la salud pública, porque a través de la eficiencia energética se puede mejorar la calidad del aire, confort térmico, la luz, pero también la creación de empleos; del mismo modo, la eficiencia energética baja el costo del sistema energético, porque cuando tenemos menos demanda, se convierte en menor inversión necesaria en la transmisión y distribución de energía.
¿Cuál es la tendencia en América Latina para aumentar la eficiencia energética, el confort térmico y edificaciones más sanas?
Realmente se ve un enfoque en mejorar la eficiencia energética del envolvente térmico de las edificaciones, como también un enfoque por mejorar la eficiencia de los aparatos y equipos. Sin embargo, diría que falta mucho para que todas las edificaciones tengan un marco regulatorio que impulse la eficiencia energética. Algunos países, como México, Brasil, Chile y Argentina, han implementado reglamentos de eficiencia energética dentro de los códigos o reglamentos de construcción que son obligatorios para parte del sector, pero en general la cobertura y la implementación de estos reglamentos es limitada y su aplicación es el gran reto que tenemos delante de nosotros. Incluso hay muy pocos casos donde la eficiencia energética en las edificaciones se señala dentro de las Contribuciones Previstas y Determinadas a Nivel Nacional [NDC, por sus siglas en inglés], aunque sabemos que son responsables por cerca del 35 por ciento de las emisiones de GEI.
A la vez, vemos muchas iniciativas para apoyar la eficiencia energética en las edificaciones, como el Acelerador de Eficiencia Energética en Edificaciones [BEA, por sus siglas en inglés], la Alianza Global para Edificaciones y la Construcción [GlobalABC], los Consejos de Construcción Sostenible [GBC, por sus siglas en inglés]; también vemos, como en el caso de Campeche y Yucatán, algunos estados adoptando reglamentos para impulsar el tema y llevar a cabo los múltiples beneficios de la eficiencia energética en las edificaciones.
¿En México cuál es el enfoque de la AIE y qué acciones se encuentran desarrollando en el país?
México es un país miembro de la AIE y también es un país clave dentro del Programa Eficiencia Energética en Economías Emergentes. En México encontramos muy buenos ejemplos de políticas públicas y programas que implementan la eficiencia energética en todos los sectores. Por un lado, México sirve como ejemplo. A la vez, estamos disponibles para apoyar al gobierno en avanzar con las políticas públicas de eficiencia energética. Hace algunos años, apoyamos el proceso de desarrollar una hoja de ruta para la eficiencia energética en las edificaciones en México. Y contamos también con una participación muy activa de México en la elaboración de una hoja de ruta regional para América Latina para las edificaciones y la construcción, que fue una iniciativa de la Alianza Global para las Edificaciones y la Construcción.
¿Cómo se establece la sinergia de trabajo entre SUMe y la AIE y cuál fue su participación en el PACC-BEA en Campeche y Yucatán?
La AIE ha estado cooperando con México en materia de eficiencia energética desde hace algunos años, y una de estas iniciativas fue apoyar en el desarrollo de la hoja de ruta para el código y normas de eficiencia energética para edificaciones. Este proceso fue liderado por la Secretaría de Energía y la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía. Entonces, una parte esencial de este trabajo es implementar dicha hoja de ruta, que tiene metas sobre estados y gobiernos locales que actualizan sus códigos o reglamentos de construcción y, por lo tanto, para nosotros fue de alto interés que la AIE participara y apoyara el proyecto del PACC-BEA que SUMe encabeza en dichos estados.
¿Qué papel consideran que desempeñan los gobiernos estatales en la construcción de políticas climáticas y energéticas?
Eso depende mucho del país y de la región de la que estemos hablando. Los gobiernos nacionales son clave para cumplir las metas climáticas y energéticas globales pero también las nacionales y las locales. Un punto importante que nos fortalece para definir políticas de este tipo son las atribuciones que por ley tengan los gobiernos federal y locales para avanzar en dichos temas, pero uno de los principales papeles que juegan es estar en contacto con sus ciudadanos y administraciones municipales, es decir todos los gobiernos locales que están bajo un gobierno estatal. Los gobiernos estatales son el puente entre las políticas nacionales y las políticas que los gobiernos locales implementan, así que su posición y rol es crucial no sólo como puente, sino también como facilitador, inspirador, o como el que marca las directrices de hacia dónde quiere ir el estado completo, incluidos los gobiernos locales.
De lo realizado en Campeche y Yucatán, ¿cuál es su visión comparativa de lo que se ha estado llevando a cabo en América Latina?
En toda la región las edificaciones públicas son muy importantes como consumidores de energía, como oficinas, centros de salud, educación, comunidad, y los gastos de energía son gastos públicos. Hay otra razón por la que las edificaciones públicas son importantes: que pueden liderar con el ejemplo. Los ejemplos de Campeche y Yucatán representan un ejemplo muy importante de esto.
¿Cuál es la importancia de los lineamientos de Campeche y la norma de Yucatán para la agenda climática y energética?
Hay dos cosas muy relevantes. La primera es el compromiso que estos estados están haciendo al interior con sus ciudadanos y municipalidades y también el compromiso que asumen a nivel nacional al ser los primeros estados en tener regulaciones de este tipo; y segundo, Campeche y Yucatán se volvieron en el laboratorio de la eficiencia energética para las edificaciones con estas nuevas regulaciones para edificaciones públicas que construyeron con el apoyo de SUMe.
Hace algunos años, el municipio de Mérida actualizó su reglamento de construcción, lo que lo convirtió en el primero luego del lanzamiento de la hoja de ruta nacional, y ahora a nivel estatal se comprometieron para que los edificios públicos del gobierno del estado ayuden en la lucha climática, reduciendo el consumo de energía por medio de los principios de la eficiencia energética, que son reducir la necesidad de consumo energético y consumir la energía de forma más eficiente. Esperamos que la experiencia de estos estados sirva para que más gobiernos nacionales generen regulaciones de este tipo que sean acordes con su contexto legal y climático.
Considerando que si bien los gobiernos municipales son los que tienen la atribución de incorporar el tema de eficiencia energética en los reglamentos de construcción, ¿cuál considera que es el aporte de que Yucatán y Campeche hayan establecido políticas públicas de carácter estatal en materia de edificación sostenible y eficiencia energética y qué importancia considera tiene que otros gobiernos estatales emprendieran acciones similares?
Sí es cierto que en el caso de México, y tal vez de muchos otros países, los gobiernos locales y municipales son los que tienen las atribuciones para las directrices de construcción en su territorio, pero ello nos lleva a diferentes reflexiones. Muchos gobiernos locales se ven rebasados por la cantidad de temas que tienen que resolverse desde la esfera local, con recursos económicos y locales muy limitados que a veces hacen complicado que se pueda avanzar al ritmo que es necesario o al ritmo que uno desea. Entonces, las regulaciones estatales ayudan a ir avanzando y cubriendo esas áreas que se necesitan, como son los edificios públicos a cargo del gobierno estatal.
No olvidemos que los edificios a cargo de los gobiernos estatales están todos los edificios administrativos, instalaciones como teatros, almacenes, talleres, escuelas, hospitales e incluso clínicas, centros deportivos, centros culturales. Entonces, esta forma de enfocar lo que sí pueden hacer los gobiernos estatales en materia de eficiencia energética en las edificaciones, además de innovador, aportó mucho para avanzar en las agendas climáticas y la transición energética; adicionalmente, contar con regulaciones a nivel estatal que puedan ayudar a la actualización de los reglamentos municipales, considerando también las diferentes zonas climáticas, que en México son muy diversas en los 32 estados de la República.
Ante las acciones urgentes que requiere el planeta en materia de reducción de emisiones, ¿cómo se puede impulsar a los gobiernos locales a tomar medidas necesarias?
Primero, a liderar con el ejemplo a nivel estado como intermediario entre el gobierno nacional. Pero sabemos que se necesitará mucho más para reducir las emisiones hasta donde debemos hacerlo. Tenemos un importante papel en desarrollar la comunicación y los objetivos comunes y estrategias de implementación entre el nivel local y nacional, y también entre diferentes actores a cada nivel. Por ejemplo, entre agencias locales de medioambiente, transporte, energía, finanzas, planeamiento urbano. Como la eficiencia energética es un tema muy transversal con beneficios que se ligan a objetivos públicos, que también son transversales entre diferentes agencias y ministerios, es muy importante esta comunicación.
También vemos muy importante la cooperación entre ciudades y estados. Existen iniciativas muy importantes en este campo, como la iniciativa C40 Ciudades, como el Convenio de Alcaldes. También es muy importante el apoyo federal en la implementación de políticas públicas nacionales y también programas locales.
En la búsqueda para reducir los impactos del cambio climático en México y aumentar la tasa de eficiencia energética del mundo, ¿cuál considera que fue el papel de SUMe en el desarrollo de políticas públicas en la materia y como agente para el fortalecimiento de los diálogos nacional-subnacional y subnacional-nacional?
Sin duda que el proceso fuera gestionado por una organización de la sociedad civil apoyó mucho en la consecución de los diálogos y el manejo de diferentes actores con diferentes fortalezas e intereses. En la coordinación de proyectos de este estilo, si bien el mismo gobierno estatal los puede liderar y ejecutar, unir a más actores pueden no sólo aligerar la carga de trabajo que conlleva un proyecto tan inclusivo, sino sumar experiencias desde otros sectores, como la sociedad civil, academia e industria. Lo anterior fue parte de este logro.
Y, además, la diversidad de expertos que reunió SUMe sumó mucho para el desarrollo de las políticas públicas que ambos estados en materia de eficiencia energética en edificaciones desarrollaron en el marco del PACC-BEA.
¿Cuáles consideran que fueron los factores de éxito del PACC-BEA?
Fueron varios. El primero es el involucramiento de los actores que SUMe logró desde el inicio del proyecto. Esto es muy importante y a veces no se hace, puesto que conforme va avanzando un proyecto se van incluyendo a algunos actores. Sin embargo, unos de los principales logros o factores de éxito del PACC-BEA fue sumar a los actores más relevantes que pueden aportar en todo este proceso: escuchar sus intereses, las posibles barreras que ellos pueden identificar para las fases de implementación, así como las oportunidades que sí puedan tener los diferentes enfoques de las soluciones al problema que la nueva política por diseñar puede resolver.
El segundo es el aprovechamiento de las fortalezas de los diferentes actores, porque no solamente es invitarlos para decir que los tuviste ahí, sino aprovechar todo el conocimiento que tienen. Por ejemplo, en el sector académico involucrar a las universidades estatales o a la universidad que tenga el estado o a la región donde estén trabajando, ya que, regularmente, las universidades tienen áreas que ya ejecutan auditorías energéticas o tal vez tienen información relevante sobre los materiales de construcción de la región, cosas de las que ya no será necesario realizar un estudio, sino tomar lo que ya otros actores han desarrollado.
Otro factor que fue muy relevante y que tiene que surgir de los actores locales es el liderazgo y compromiso de alto nivel. El liderazgo de los funcionarios estatales de alto nivel en Yucatán y Campeche fue, sin duda, lo que originó que el PACC-BEA se ejecutara. Es posiblemente el factor más importante de éxito de este proceso. Los gobernadores, alcaldes, secretarios, subsecretarios, todos ellos hacen que, con su liderazgo y el ejemplo, más actores se sumen y crean en realidad en los proyectos.
¿Qué otros beneficios encuentran para el resto de la sociedad al tomar acciones de eficiencia energética en las edificaciones?
Hay muchos beneficios, como la salud pública, la mejora de la calidad de aire, mejor confort térmico, mejor calidad de luz, también la creación de empleos locales; también bajar las facturas de energía y bajar el costo del sistema energético. También, que la eficiencia energética en las edificaciones se liga a la adaptación al cambio climático, porque hablamos de eficiencia energética, pero también hablamos en pensar en el diseño y en operación de las edificaciones de forma más holística. En las edificaciones públicas, también hablamos de bajar los costes de energía que al final también son gastos públicos que todos nosotros pagamos. Y lo clave es desarrollar mecanismos para realizar estos ahorros, que sabemos que son costo-efectivos pero necesitan algún nivel de inversión preliminar, y entre ellos se necesitan políticas públicas, como códigos y normas, para impulsar el mercado hacia prácticas más eficientes;
Del mismo modo, importantes también son los mecanismos financieros para apoyar las inversiones necesarias, y capacitaciones tanto para el sector de la construcción como para los gobiernos y ciudadanos, para realizar las medidas de eficiencia energética y también tener conciencia de estos beneficios. Al final, la edificación es un sector muy cercano a todos nosotros: pasamos la gran mayoría de nuestras vidas en escuelas, oficinas, fábricas y casas, y todos formamos parte de la solución. Así que la cooperación y la información son muy importantes para realizar estos beneficios.
Fuente: SUMe