El desarrollador de uno de los complejos más importantes en Santa Fe tiene una visión particular sobre la edificación, ya que pone de relieve siempre construir en beneficio de las personas y el entorno. ¿Qué es lo que hace a Alejandro Ballesteros un inversionista tan comprometido y a la vanguardia?
Por Antonio Nieto, Fotografía: Rubén Darío Betancourt
La palabra erigir no resulta suficiente para describir lo que Alejandro Ballesteros, director general de Desarrollos Comerciales y de Marketing de Grupo Copri, ha hecho en esta firma desarrolladora. La ha llevado a ser una de las más calificadas en México. Tan es así que, en 2016, se hizo merecedor del Premio IMEI –un reconocimiento a lo mejor en edificación inteligente y sustentable– por Garden Santa Fe.
Respecto de este proyecto galardonado y que podría ser la insignia del tipo de desarrollos de Grupo Copri, hay que decir que no se erige, sino que yace varios metros bajo tierra. Es una metáfora de lo que Alejandro Ballesteros ha hecho: construir de una manera diferente, pensando en el paisaje y la calidad de vida de las personas.
El también ingeniero industrial por la Universidad Iberoamericana y maestro en Administración de Negocios por Harvard asegura que la responsabilidad de un desarrollador es generar mejor calidad de vida para la gente y reducir el impacto ambiental de las edificaciones. Nada menos que un inversionista comprometido y atento a lo que le sucede a la casa grande: el planeta.
Esta entrevista fue realizada bajo un búnker verde (Garden Santa Fe), cuya concepción sustentable es parte de la filosofía de Copri y un rasgo distintivo de la semántica de Ballesteros, para quien este concepto está completamente vinculado con la edificación inteligente.
Buscar que las edificaciones “tengan el menor impacto en el medioambiente y mejorar la calidad de vida de las personas”, la responsabilidad del desarrollador
Smart Building (SB): ¿Cómo fue tú llegada a esta empresa?
Alejandro Ballesteros (AB): Llegué hace más de 10 años. Me tocó iniciar el área de Desarrollos Comerciales, y el área de Marketing. Copri tiene 26 años en el mercado, haciendo proyectos principalmente residenciales, también construcción y algunos proyectos de infraestructura. Con mi llegada a Copri se le dio también el equilibrio como desarrolladora líder en México para poder participar en proyectos comerciales y de uso mixto.
SB: Previo a tu incorporación, ¿cómo era el desarrollo inmobiliario en el país?
AB: El desarrollo inmobiliario en México se ha venido profesionalizando, globalizando; cada vez, hay proyectos más ambiciosos, con mayores retos, mayores dimensiones, más comparables con las grandes ciudades del mundo. Todo ello se ha venido dando en los últimos 20 años: esa gran transformación en la Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara. Veníamos de un modelo donde había cantidades de viviendas importantes, había desarrolladoras impulsadas mucho por el Infonavit, con el gobierno, con desarrollos horizontales que se realizaban en las afueras de la Ciudad, donde se requería mucha inversión de los municipios para generar urbanización, los servicios básicos de transporte público. La movilidad era deficiente y lo mismo la urbanización.
De alguna manera, Copri lideró el cambio que se empezó a dar en la ciudad al irse hacia la edificación vertical, a realizar proyectos de alta calidad, bien ubicados dentro de la Ciudad de México, en torres de varios niveles y complejos de usos mixtos, donde la calidad de vida de las personas es la parte fundamental de nuestra forma de ver las cosas.
SB: ¿Cómo definirías la edificación inteligente?
AB: Por un lado, la veo ligada al tema sustentable, que tengamos proyectos como Garden, que destaquen por integrarse correctamente al entorno, donde lo que más resalta es el parque, que es parte del techo del centro comercial, de acceso público. Y eso permite que nos integremos, que demos mejor calidad de vida a todos los visitantes de Santa Fe. El tema sustentable viene ligado a la edificación inteligente, como la captación del agua pluvial, el tratamiento de aguas grises, la reutilización para riego y baños. En Garden se invirtió de manera importante en el manejo eficiente de la energía, como celdas fotovoltaicas, el diseño de la misma plaza para que haya luz natural durante todo el horario diurno: no se utilizan luminarias. Por el diseño, hay circulación natural de aire, y eso permite reducción del consumo por sistemas de aire acondicionado. El estacionamiento está automatizado para la extracción e inyección de aire.
SB: ¿Consideras que el desarrollador es el responsable para construir edificios inteligentes y sustentables?
AB: Nuestra responsabilidad, y es nuestro lema en Grupo Copri, es desarrollar proyectos que mejoren la calidad de vida de nuestros clientes. Y cuando hablamos de clientes no sólo nos referimos a quien nos compra oficinas o residencial, sino la gente que visita nuestros centros comerciales. Por mejorar la calidad de vida, entendemos la orquestación de proyectos de alta calidad que respeten el entorno, que les den un valor agregado. El terreno de Garden Santa Fe era un lugar abandonado, inseguro, sucio, que por lo mismo no se usaba. Entonces, ¿qué ofrece a la comunidad Garden? Un parque bonito, seguro, servicios de estacionamiento, bancos, restaurantes, el fomento de una vida peatonal. Ésa es la responsabilidad de los desarrolladores: buscar el menor impacto en el medioambiente y mejorar la calidad de vida de las personas.
SB: ¿Cómo es tu relación con la arquitectura?
AB: Nos rodeamos de arquitectos de primer nivel, comprometidos con esta filosofía de edificios inteligentes, funcionales, sustentables, que se integren bien al entorno. Buscar siempre el factor de diseños arquitectónicos impactantes, pero que tengan todas las características necesarias para que las personas tengan mejor calidad de vida.
SB: ¿Qué retos encuentras para el desarrollador?
AB: Por un lado, hay mucha competencia. Por otro, tenemos la fortuna de que hay un déficit importante residencial, y también lo que hay es una economía muy pujante, que sigue demandando espacios de oficinas y de comercio. Pero hay mucha competencia atendiendo esta demanda. Luego, hay mucha complejidad para conseguir los terrenos, donde tiene que haber mucha coordinación entre gobierno, autoridad, desarrollador y vecinos para identificar cuáles son la zonas por desarrollar, donde además existan ya cierta urbanización, servicios públicos, transporte público, etcétera. Todo esto es un gran reto. Y también el reto es detonar las cosas correctamente: proyectos sustentables, inteligentes, cosas de calidad, entregar un proyecto superior para tener la preferencia de los clientes.
SB: El impacto medioambiental de la edificación se sabe que es alto. ¿Crees que se está haciendo lo correcto para reducir la huella de carbono de esta industria?
AB: Estamos haciendo todo lo posible para servir esta demanda de espacios de oficina, comercios y vivienda que requieren las ciudades. Como desarrolladores líderes, estamos haciendo lo posible para contribuir con edificios LEED, edificios sustentables, en zonas donde ya existe urbanización, donde se está mejorando lo que ya existe, y contribuyendo al transporte público.
SB: ¿De dónde viene la preocupación por construir bajo estos postulados?
AB: Viene de hacer las cosas bien, de manera responsable. Y cuando se hacen bien, te preocupas por el cliente, y normalmente te va bien. Viene, por un lado, de un ética de la empresa con altos estándares y altos valores, y que tienen muy claro que para ser exitoso tienes que trabajar para el cliente.
SB: Hay una discusión acerca de si lo sustentable es inteligente y viceversa. ¿Qué opinión tienes de ello?
AB: Como desarrollador, yo sí los veo ligados. Por lo mismo, invertimos mucho en lo sustentable y mucho en las herramientas de automatización para hacerlo eficiente.
SB: ¿Cuál es tu mayor motivo de orgullo dentro de Copri?
AB: Participar en un grupo tan talentoso y contribuir en detonar, construir y ver hechos realidad proyectos tan existosos, bajo el argumento de mejorar la calidad de vida de las personas y buscando siempre tener edificios inteligentes y sustentables.