Sergio González, vicepresidente y gerente general de Honeywell Building Technologies para Latinoamérica, nos dice cómo el análisis de datos y la información crítica abona a la sustentabilidad de los edificios.

Sergio González / Fotos: cortesía de Honeywell

Luego de la COP26, la reunión mundial más importante sobre cambio climático celebrada el año pasado en Glasgow, Escocia, un creciente número de empresas aumentaron sus planes para eliminar sus emisiones de gases contaminantes para 2050 o antes.

Sin embargo, la reducción de emisiones es sólo un paso para que cualquier estrategia de sustentabilidad sea exitosa; para llegar ahí se requiere inversión, innovación y, sobre todo, compromiso.

Aunque no hay una ruta única para todos, las empresas pueden implementar acciones. Una transición sustentable exitosa empieza identificando las áreas de oportunidad clave dentro de la organización.

Por eso, cuando una empresa se compromete a trabajar por un futuro más sostenible, siempre debe considerar la suma de sus partes.

En este sentido, algunas áreas específicas pueden realizar cambios para reducir su huella de carbono con mayor facilidad que otras. Tal es el caso de los edificios comerciales y vehículos de flota, los cuales representan la mayor fuente de emisiones de Alcance 1 y Alcance 2 para la mayoría de las empresas.

LA HUELLA DE LOS EDIFICIOS

Los edificios y su construcción representan alrededor del 36 por ciento del consumo mundial de energía y el 38 por ciento del total de las emisiones directas e indirectas de carbono, según el informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente del 2020.

Este estudio también descubrió que las emisiones derivadas del funcionamiento de los inmuebles alcanzaron su nivel más alto en 2019.

Por lo tanto, los edificios son una muy buena oportunidad para que las organizaciones lleven a cabo reducciones significativas en sus emisiones. Para lograrlo, un buen punto de partida es llevar acabo un diagnóstico de las características del inmueble y su rendimiento.

Los datos son fundamentales para realizar un análisis preciso y exhaustivo, tanto del equipo, como de las operaciones del inmueble en cuestión, lo que incluye los sistemas y las tecnologías que utiliza.

A partir del análisis de dichos datos se pueden tomar mejores decisiones sobre la inversión en equipos, mantenimiento y las actualizaciones correspondientes. El siguiente paso es identificar los retos en materia de eficiencia energética del inmueble.

La calefacción, la refrigeración y la iluminación suelen ser los mayores consumidores, por lo tanto, el reto consiste en maximizar la eficiencia al tiempo que se mantiene un entorno seguro, confortable y que promueva la productividad, satisfacción y bienestar de los ocupantes.

LA RESPUESTA ESTA EN LA MONITORRIZACIÓN

El mercado mundial de la eficiencia en los edificios generó ingresos de aproximadamente 341.8 mil millones de dólares en 2020, lo que supone un aumento significativo en comparación con años anteriores.

Por su parte, el sector de la construcción es el mayor segmento del mercado de energía avanzada en todo el mundo.

Para mantener este ritmo, los sistemas de información y gestión de la energía (EMIS) resultan sumamente útiles. Estos sistemas analizan la información procedente de fuentes como sensores, medidores, dispositivos IoT, estaciones meteorológicas y plataformas de automatización de edificios. Ek objetivo es dar a los usuarios visibilidad sobre fluctuaciones y picos en la energía.

La monitorización continua, la detección de posibles fallas, las herramientas de diagnóstico y el análisis de datos eliminan las conjeturas a la hora de llevar a cabo los ajustes necesarios.

Los EMIS también puede recopilar información para comparar las demandas de los edificios con variables externas como las condiciones meteorológicas o los precios de los servicios para recalibrar el equipo de forma automática. Así, es posible responder a posibles problemas a medida que éstos surjan.

BENEFICIOS DE LA GESTIÓN INTELIGENTE DE ENERGÍA

Gracias a estas características permiten a los propietarios, operadores y administradores de instalaciones gestionar de forma proactiva su rendimiento y consumo. Lo anterior mediante el aprovechamiento de herramientas de inteligencia artificial o machine learning para identificar ineficiencias energéticas, fomentar un control predictivo óptimo y reducir tanto los gastos como el impacto ambiental.

Aunque reducir la huella de carbono de los edificios puede requerir inversiones, algunas de ellas tienen un retorno más rápido que otras. Las compañías que utilizan EMIS tienen un período de recuperación de dos años en promedio, lo que hace que estos sistemas sean una opción de inversión altamente competitiva en comparación con otras tecnologías de eficiencia energética.

Disminuir las emisiones reduciendo el consumo de energía no sólo ayuda a una organización a alcanzar sus objetivos de sustentabilidad, sino que es una decisión de negocios inteligente. Determinar el enfoque correcto para cada empresa es el aspecto más complejo y desafiante de cualquier estrategia de sustentabilidad.

Sin embargo, los beneficios directos de invertir en la tecnología adecuada para analizar datos e información crítica permiten ahorrar costos, aumentar la eficiencia energética y reducir la huella de carbono, además de los evidentes beneficios socioeconómicos y de utilidades que los acompañan. El momento para actuar es ahora.

 

Ing. Sergio González
Estudió Ingeniería Industrial en la Universidad Panamericana, y cuenta con un máster en MBA por el Instituto Autónomo de México. Actualmente, es el vicepresidente y gerente general de Honeywell Building Technologies para Latinoamérica.
https://www.linkedin.com/in/sergio-gonzalez-94551411/?originalSubdomain=mx

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