Atender la creciente demanda de confort térmico en edificaciones residenciales y comerciales es uno de los grandes retos que enfrenta el sector energético de México. Hoy en día, de acuerdo con el Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional de la Secretaría de Energía, el uso del aire acondicionado determina la demanda máxima del sector eléctrico nacional y, por lo tanto, las necesidades de nueva infraestructura de generación, transmisión y distribución de electricidad

Por Odón de Buen

Según la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (Conuee), el uso de electricidad para confort térmico en zonas de clima cálido representa más del 30 por ciento de todo el consumo eléctrico del sector residencial. Además, el potencial de crecimiento es significativo, lo cual responde a la tendencia hacia una mayor urbanización, incremento del peso del sector servicios en la economía y una necesidad insatisfecha de la población que busca formas modernas de comodidad.

Tan sólo en los últimos cuatro años, la demanda eléctrica por confort térmico ha crecido más de 50 por ciento en zonas bajo tarifas 1B y 1C, de acuerdo con el “Análisis de los consumos unitarios y estacionales por usuarios en tarifas residenciales entre 2012 y 2016 para identificar evolución de la demanda por aire acondicionado”, publicado por la Conuee.

Por su parte, la Asociación Nacional de Fabricantes de Aparatos Domésticos (ANFAD) señala que las ventas anuales de equipos de aire acondicionado se han triplicado desde 1998, hasta llegar a cerca de 600 mil al año, lo que demuestra una rápida penetración de esta tecnología en los hogares mexicanos.

Esta creciente problema, que se acumula año con año por viviendas que ocupan sistemas de aire acondicionado sin contar con los elementos que atenúen sus necesidades de confort térmico, se ha venido resolviendo con subsidios al consumo de electricidad, que hoy representan una fuerte carga para el erario público estimada en más de 40 mil millones de pesos al año. A costos actuales, se calcula que cada año se agregan, sólo por el consumo para la comodidad térmica, 400 millones de pesos, según cifras emitidas por la Conuee.

Un inmueble bien diseñado, en orientación y con los elementos de envolvente adecuados, puede tener ganancias mucho menores de calor y, por lo mismo, facturaciones eléctricas significativamente menores a lo largo de su vida útil

La importancia de la envolvente
Un elemento central que determina la cantidad de energía para confort térmico y que permanece a lo largo de la vida útil de la vivienda es la envolvente, es decir, el diseño y los materiales que componen muros, techos, ventanas y puertas. Un inmueble bien diseñado, en orientación y con los elementos de envolvente adecuados, puede tener ganancias mucho menores de calor y, por lo mismo, facturaciones eléctricas significativamente menores a lo largo de su vida útil.

En zonas de climas extremosos como Mexicali y Hermosillo, que son localidades con temperaturas muy altas en el verano, la integración de aislamiento térmico en la envolvente y el uso de vidrios con características que limitan la entrada al interior de la vivienda de la irradiación solar, es ya una práctica generalizada en viviendas de familias de ingresos medios y altos. Esto está relacionado con el éxito del programa apoyado por el Fideicomiso para el Aislamiento Térmico de la Vivienda (Fipaterm), que ha financiado cerca de 100 mil proyectos de aislamiento térmico, principalmente en Mexicali.

Sin embargo, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares del Inegi, menos del cinco por ciento de los inmuebles en México incorporan aislamiento térmico a su envolvente, mientras que un porcentaje tres veces mayor (cerca del 15 por ciento) de las viviendas cuenta con equipos de aire acondicionado, lo que refleja un problema no sólo energético, sino de inequidad social.

La NOM-020-ENER aplica a la envolvente de las edificaciones que incluye, de manera integral, techo, muros, ventanas y puertas. Fue publicada y puesta en vigor en 2011

Iniciativas y acciones
Para atender esta problemática, desde hace más de 20 años, la Conuee ha puesto en vigor un conjunto de Normas Oficiales Mexicanas (NOM) aplicables a materiales, equipos y sistemas relacionados con el confort térmico y que incluyen materiales aislantes, ventanas, equipos de aire acondicionado (de ventana, tipo split y tipo Inverter).

Entre estas normas se encuentra la NOM-020-ENER que aplica a la envolvente de las edificaciones (que incluye, de manera integral, techo, muros, ventanas y puertas) publicada y puesta en vigor en 2011. Esta NOM es el elemento fundamental de política pública para atenuar, significativamente y de raíz, la problemática descrita arriba.

La aplicación de la NOM-020-ENER ha encontrado fuerte resistencia de desarrolladores de vivienda por el costo adicional en la construcción. Sin embargo, esta perspectiva es parcial, pues esos costos se recuperan, desde una perspectiva social, en menos de una quinta parte de la vida útil de las viviendas, además de que trae consigo beneficios a la salud y productividad de las personas que todavía no se han cuantificado.

La Conuee, en este sentido, mantiene un diálogo con los actores de mercado y las autoridades hacendarias, de vivienda y medioambiente, a fin de establecer la forma en la que los ahorros de energía generados permitan financiar el cumplimiento de la NOM-020-ENER. Esto en beneficio no sólo de los consumidores y habitantes de las viviendas en climas cálidos, sino también de las finanzas y el erario público.

 

Odón de Buen
Ingeniero Mecánico Electricista por la UNAM, maestro en Energía y Recursos por la Universidad de Berkeley, California, y profesor asociado de la maestría en Ingeniería Energética en la UNAM. Autor de diversos reportes técnicos sobre ahorro de energía y fuentes renovables, publicados tanto en México como en EEUU. Actualmente es director general de la Conuee

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