El mercado de la construcción inteligente en México tiene un digno representante, observador y análitico. Al frente de la división de Building Technologies de Siemens, ha logrado articular una visión de negocios, sustentabilidad y hacer de la estadía en un edificio una experiencia que cualquiera quisiera repetir
Francisco Torres es la mente que ha puesto análisis y observación para el desarrollo de negocios en México. Su evolución dentro de la compañía es de esas historias que vale la pena contar, puesto que se trata de pasos concretos, ubicados en el tiempo, que han aportado inmejorablemente al desempeño de Siemens. Su visión de mercado y parte de su historia siguen a estas líneas.
El futuro se concibe no sólo como edificios automatizados, sino la información que éstos arrojan para el usuario final”
Smart Building (SB): ¿Cuál es tu historia en Siemens?
Francisco Torres (FT): Empecé como controller de un área de servicios de back office. Después me volví commercial controller. Posteriormente, tuve una invitación a trabajar en Estados Unidos, donde estuve en el área de control de riesgos, desarrollo de negocios y management reporter, que es básicamente un reporte financiero pero con responsabilidad en América. Tras eso comencé a trabajar en estrategia en Alemania, donde era responsable de Canadá, de Estados Unidos y de México, para determinar qué tipo de portafolios eran necesarios, qué fábricas teníamos y lo que se debía establecer con los datos que teníamos para desarrollar negocios.
Al estar en esta función, hubo una oportunidad para cambiar a una posición de estrategia dentro de la región. Cuando llegué, tome la posición de gerente de Estrategia; revisé el portafolio de infraestructura y ciudades e hice un análisis de cada negocio, sus participaciones de mercado y sus datos de portafolio, con el fin de mejorar el posicionamiento. A partir de esto, surge Building Technologies, un negocio con mucho potencial, pues independientemente del comportamiento de la economía de México, la construcción continúa creciendo debido al incremento de personas que se desplazan hacia las zonas urbanas.
Actualmente, se está privilegiando el crecimiento vertical a causa de una mayor concentración, lo que implica una exigencia en el tipo de edificios que se construyen, y por ende de los componentes dentro de él. Además, México está posicionando su importancia como centro manufacturero.
Trabajando en conjunto con la fábrica de Estados Unidos para los estándares UL y la fábrica que tiene Building Technologies, en Suiza, iniciamos el desarrollo de negocios, y después de un año de labores me pidieron que tomara la Dirección, y así es como hace dos años llegué aquí.
SB: ¿Qué es lo que te parece tan interesante del portafolio?
(FT): Lo que me gusta es la tecnología que hay detrás, ya que no sólo se trata de eficiencia energética, sino del confort que la persona siente cuando llega a un edificio o a una habitación.
El BMS [Building Management System] cuenta con sistemas Siemens visibles que trabajan en armonía, con los que cuidamos la vida de las personas y los activos de la compañía, gracias a las herramientas con las que contamos para controlar y garantizar la seguridad, en temas de entrada, salida, acceso a los pisos. Asimismo, tenemos un área de investigación de casos específicos.
Las cámaras de vigilancia también ayudan al sistema de detección de incendios que está segmentado por zonas, a fin de que la automatización del edificio cierre las compuertas para evitar la propagación del incendio.
Cada componente nace siendo hermano del otro y con un protocolo de comunicación entre los sistemas, lo cual le da un valor agregado muy importante y una integración completa y de calidad que elimina la posibilidad de conformar un sistema con los componentes de diversos fabricantes.
SB: ¿A qué se debe este fenómeno de recurrir a soluciones de diferentes fabricantes?
(FT): La decisión depende del estándar del edificio, de la inversión, de para quién sea el edificio, la certificación que busque el dueño, etcétera, ya que hay soluciones de todo tipo.
Hay dos tendencias en el mercado: la primera corresponde al mercado M1 que es sensitivo al precio, ya que el cliente paga lo que sea por tener la mejor protección. La segunda tiene que ver con las soluciones de los mercados M2 y M3, enfocados al producto más competitivo en precio para que funcione cierta cantidad de tiempo.
Antiguamente, la tendencia era tener empresas dedicadas a un solo sistema; además muchas veces los clientes finales eligen lo más competitivo en precio. Por lo tanto, si la solución completa resulta muy costosa, irán por los pedacitos que serán más económicos. Con el tiempo, los clientes finales, los desarrolladores de edificaciones o los constructores buscaron productos únicos que resolverán todo, de tal manera que las empresas debieron ampliar su abanico de sistemas especiales si querían ser competitivas.
SB: ¿Crees que el confort esté cobrando cada vez un mayor sentido de negocios?
(FT): Sí, cada vez tiene mayor relevancia como se puede ver en la evolución del posicionamiento de México a nivel mundial, si se compara la antigua tecnología con la actual, cuya tendencia es todo en uno; es decir donde se construye un centro comercial, se construye un corporativo y, en consecuencia, un edificio de departamentos. La cantidad de personas que habitan ese lugar requiere una cantidad de aire impresionante, de tal manera que entre 40 y 60 por ciento del gasto del edificio se irá en el consumo de energía.
Para controlar este gasto se deben establecer horarios, conocer los hábitos de consumo y preparar el lugar antes de que lleguen las personas, en caso de reunión. Nosotros tenemos un concepto llamado Total Room Automation, que controla los sistemas de aire acondicionado, la iluminación y persianas por cuarto.
SB: ¿Un edificio es inteligente por la automatización o va más allá de eso?
(FT): La automatización es sólo una parte para que el edificio funcione, a la cual se suma la retroalimentación que éste genera. El edificio inteligente es el que funciona de acuerdo con las órdenes que se le dan, y las adecua según las circunstancias del ambiente; sin embargo, en el futuro el punto central será la información que ofrece el edificio. Siemens trabaja en la creación de chips y algoritmos dentro de los sistemas para crear información, pues lo ideal es que retroalimenten al usuario final por medio del teléfono móvil, y a nosotros para mejorar la atención al cliente.
SB: ¿Qué importancia tiene la sostenibilidad?
(FT): Es fundamental porque permite pensar a largo plazo; que el periodo de vida de un edificio sea mayor, ahorro económico para el dueño y cuidado del medioambiente. En Estados Unidos, existe una tendencia de eficiencia energética, que aún no llega a México.
SB: ¿El expansión de este tipo de edificaciones haría una diferencia respecto de los objetivos de mitigación de contaminantes que tiene el país?
(FT): El gobierno capitalino tiene su lista de prioridades, entre las que se encuentra el tema de las ciudades inteligentes; sin embargo, debería ser más estratégico respecto de la construcción, ya que a la fecha no hay un conocimiento preciso del impacto de los edificios en la Ciudad de México y en el medioambiente.
Para dar solución a este punto, el gobierno debe reunir un grupo de expertos conformado por fabricantes, universidades e instituciones no gubernamentales para realizar una planeación de las estrategias de desarrollo de la ciudad a largo plazo. Esto con el propósito de que no cambien junto con el gobierno, sino que perduren 20 o 30 años.
El papel de la universidad sería analizar cómo planear la ciudad con base en esas emisiones, qué consideraciones deberán tomarse y cuál será el impacto de no hacer nada. Por su parte, las asociaciones se encargarían de las acciones de responsabilidad social por parte de las empresas y la población. Todo esto para hacer un plan efectivo de acción.
SB: ¿Cuánto vale este sector de la construcción a nivel nacional y cuáles son las expectativas de crecimiento?
(FT): Mi estimación es de 50 millones de euros, aproximadamente. Yo esperaría un crecimiento del mercado de automatización de edificios de entre 6.5 y 10 por ciento en los próximos años.