Galardonada con importantes premios de arquitectura en la categoría corporativa, la remodelación de la nave industrial y oficinas de Doxsteel México explora y amplia los límites de un espacio de trabajo, al tiempo que replantea las relaciones entre interiorismo, sustentabilidad e integración con el entorno
Fotografía superior: La fachada de acero, una “piel de placa perforada”, fue fabricada in situ con maquinaria de la misma nave industrial
Por: Paola Guevara
Si hay algo que distingue a Lorena Vieyra, fundadora y directora de Vieyra Arquitectos, es su capacidad para desarrollar “trajes a la medida” que materialicen las expectativas de cada cliente. En su obra, la funcionalidad y el aprovechamiento eficiente del espacio no están peleados con el confort, la sustentabilidad y el sentido de la belleza.
La ampliación y remodelación de la planta industrial de Doxsteel Fasteners Manufacturing México (Ocoyoacac, Estado de México) es un fiel reflejo de esta idea. Dedica a la fabricación de anticorrosivos para metal y ensambles utilizados en la industria del petróleo, la empresa buscaba modernizar las oficinas de su centro de operaciones en respuesta a las necesidades actuales del mercado.
“La restructuración surgió cuando me solicitaron realizar un proyecto de ampliación, el cliente buscaba tener un impacto en el diseño y la arquitectura, es ahí cuando se pensó en una nueva estructuración”, comenta la arquitecta mexicana en entrevista con Smart Building.
Como señala Vieyra Arquitectos en la ficha técnica de la obra, el objetivo fue “satisfacer el crecimiento de la planta de producción a través de la integración de un nuevo espacio de oficinas y de control a las áreas necesarias para producción y almacenaje”. Para ello, el equipo comandado por Vieyra integró al conjunto instalaciones de hornos, talleres, bodegas, áreas de limpieza, un laboratorio y servicios para empleados de planta.
La remodelación
El plan maestro consistió en coordinar el programa de remodelación arquitectónica con las instalaciones ya existentes. El reto era generar una propuesta sin que la parte activa de la fábrica dejara de funcionar. Otra de las directrices fue el aprovechamiento e inclusión de áreas verdes y el uso de materiales reciclables.
La estructura original constaba de una nave industrial de 40 por 10 metros con techumbre de lámina a dos aguas. “A éste le acompañaba un volumen sin carácter de dos niveles que funcionaba como oficinas y laboratorio. Los servicios se encontraban paralelos a la nave, dejando la circulación vehicular entre los dos espacios”, explica Vieyra Arquitectos.
El despacho se dio a la tarea de reaprovechar la escala industrial del lugar; primero diseñó un ala nueva, paralela a la existente para producción y oficinas; posteriormente, se integraron tres niveles a este nuevo volumen. El piso inferior funciona para producción, almacenaje y tiene acceso directo a la planta a través del vestíbulo y las conexiones laterales. En el segundo nivel se reubicaron las oficinas, diseñadas bajo un esquema de oficina abierta con áreas de colaboración y servicios ubicados paralelamente al desarrollo completo de las islas de trabajo. También se diseñó un roof garden en el tercer nivel, dándole un carácter lúdico al techo que, por lo general, es desperdiciado. Así, se aprovechó la mayor virtud de la estructura original: la altura, que es la vista panorámica de la zona.
Los diferentes niveles, añade la firma de arquitectos, se unen a través de puentes que provienen de la escalera principal. Lo anterior logra que la planta baja sea libre para el tránsito local y los accesos a los diferentes espacios estén en los niveles correspondientes.
El laboratorio, a su vez, se ubicó donde anteriormente se encontraban colocadas algunas de las oficinas. La estructura se diseñó como una envoltura del volumen existente; por lo tanto, las funciones de oficina y laboratorio están en cierta manera unidas. Una vez que se habilitó la nueva ala, se demolió el volumen original y se continuó con el trabajo del laboratorio.
Un elemento llamativo es la fachada de acero de la planta, concebida como una “piel de placa perforada”. Su fabricación se llevó a cabo en el mismo sitio, utilizando la maquinaria de la planta para cortar dicho material. El patrón de diseño de las perforaciones representa la especialidad de la empresa en productos químicos, a decir de Vieyra Arquitectos.
El elemento conector entre el complejo de oficinas, los diferentes niveles y el laboratorio es el salón de doble altura, envuelto con la placa perforada de la fachada, una estrategia para lograr que el exterior fuera permeable y el acceso al edificio regulado, agrega la firma.
Materiales sustentables
De acuerdo con Vieyra, se utilizaron materiales connaturales, no sólo enfocados en su estética ingénita, sino de fácil mantenimiento, alta resistencia, eficiencia y sobriedad: concreto colado en sitio por su versatilidad, placas de metal, piedras nacionales y paneles Viroc. Éstos últimos son parte de la fachada exterior y paredes internas de la planta y del laboratorio. Están elaborados a base de un material natural formado de madera y cemento que, debido a su flexibilidad en interiores y exteriores, dotó de limpieza visual a las estructuras y acabados.
La carpintería se hizo con OSB (oriented strand board), que es un material reciclable y de bajo impacto ambiental. Asimismo, se emplearon lambrines internos para formar cajas de servicio en las oficinas, ya que posee cualidades de alta resistencia y se utiliza como acabado.
Dado el giro de la empresa, se realizó un proyecto de tratamiento de agua y desechos químicos mediante el cual se consiguió tratarla y reutilizarla para no contaminar con sustancias tóxicas el ambiente. Además, se integraron sistemas de control de iluminación ahorradores y paneles fotovoltaicos para la generación de energía eléctrica.
La transparencia del vidrio utilizado logró la integración del exterior con el interior de los espacios. Por último, las alfombras de interfaces se diseñaron con la intención de mantener la sobriedad e inyecta elementos que proporcionan la energía necesaria que necesita un lugar de trabajo.
La remodelación de la planta Doxsteel México fue todo un desafío de diseño, planeación y ejecución arquitectónica. El resultado salta a la vista y se evidencia en la reapropiación lúdica y productiva de las instalaciones por parte de los colaboradores de la empresa. “Creo que me ha abierto las puertas a hacer más trabajos de una tipología distinta a la habitacional, esto ha sido enriquecedor para mi currículum y experiencia como arquitecta”, concluye Lorena Vieyra.
Planta Doxsteel Fasteners Manufacturing México
Áreas construidas
Planta baja: área nueva construida de 1,300 m2
Planta alta: 705 m2
Intervención total: 2,005 m2
Desglose
Área de oficinas: 400 m2
Laboratorio: 195 m2
Ampliación de planta con talleres y servicios: 1,210 m2
Áreas comunes y de intercomunicación: 200 m2
Ficha Técnica
Una nave industrial multipremiada
2018
- Mención honorífica XV Bienal de Arquitectura Mexicana * Categoría Industria
- Finalista Premio Firenze Entremuros
- Mención honorífica: International Design Awards
2017
- Primer lugar Íconos del Diseño – Architectural Digest México * Categoría Corporativo
- Mención honorífica Bienal de Arquitectura de la Ciudad de México
- Primer lugar: AAI México * Categoría Arquitectura Corporativa