Esta frase engloba la innovación tecnológica de KONE referente a la movilidad vertical. Su directora general en México, Alicia Bandala, posicionó a la empresa como una de las líderes del sector. Pero, ¿cómo llegó esta ejecutiva a ser una de las mujeres de negocios más importantes del país? Aquí un perfil de ella y su marca

Por Darinel Becerra, Fotografía: Rubén Darío Betancourt

Para llegar a la oficina de KONE México no es necesario tomar ningún elevador. El corporativo se encuentra en una planta baja, ampliamente extendida, donde un mobiliario moderno y colorido da confort a los empleados.

Fue la curiosidad de arribar caminando desde avenida Coyoacán, en Ciudad de México (CDMX), hasta sus oficinas, la responsable de comenzar la charla con la ingeniera Alicia Bandala, quien sorprendida asegura que en el edificio sí hay elevadores KONE, pero también mucho más que eso, pues la filosofía de la marca es tener relaciones de ganar-ganar con los clientes. Por ello, cuenta la directora general, le rentaron las instalaciones a un desarrollador-cliente que es uno de los más prolíficos en México.

Ingeniera Mecánica-Eléctrica con especialidad en Electrónica por la Universidad La Salle, desde pequeña se dio cuenta que le “gustaba arreglar cosas” y saber cómo funcionaban. Cuenta que les metía mano a los autos, y junto con su papá, quien deseaba que el primogénito fuera ingeniero, arreglaban la lavadora de la casa. Después se percató que era hábil en matemáticas, y así, inspirada y apoyada por su padre, decidió estudiar ingeniería.

“De 100 lugares ocupamos el 59, según FORBES, y el séptimo dentro de las más innovadoras, siendo la única empresa de transportación vertical que aparece en la lista”

Smart Building (SB): ¿Qué implica trabajar en una industria liderada por hombres?
Alicia Bandala (AB): Es cierto que es un mundo liderado por hombres, pero es importante mencionar que hay cabida para todos los géneros y edades. El tema tiene que ver más con el perfil profesional, las competencias y el talento. ¿Cómo llegué aquí? En KONE llevo ocho años, pero antes estuve en el sector de servicios para la industria de la automatización y el control de ahorro de energía y aire acondicionado para administradores de edificios por 15 años. Siempre he estado en este mundo de la inmediatez, donde el servicio debe ser transparente. El cliente no habla para felicitarte, sino porque necesita algo y se le tiene que resolver. A mí esto me llamó la atención. ¿Cómo ayudar a los clientes a ser exitosos? El servicio en KONE es parte de nuestra estrategia, que en este año lo estamos relanzando con mucho más énfasis; pensar de afuera hacia adentro. El cliente debe ser el centro de las actividades.

SB: ¿Cuál es su percepción sobre la mujer mexicana y su decisión al estudiar ingeniería?
AB: Recientemente he sido invitada a platicar sobre este tema. Es interesante saber que no es algo radicalmente difícil o que no se pueda lograr. Al trabajar en las empresas tuve una buena combinación de la ingeniería con la parte comercial y de negocios por mi perfil; se complementan bastante bien.

No hay ningún impedimento para que el grupo masculino te reciba. Hemos logrado buenas relaciones comerciales con hombres inversionistas de mucho prestigio y poder, pero también con mujeres. Hoy en día, mi sobrina será la segunda ingeniera en la familia. A nosotras nos tocó hacer camino y para ellas va a ser algo muy natural.

SB: ¿Cómo apoyan a los arquitectos y desarrolladores?
AB: Se les apoya en todos los ciclos de un inmueble. Desde el planteamiento del proyecto, su mantenimiento y modernización. Nuestro acercamiento es consultivo. No queremos que nos vean como proveedores de cajas, sino de soluciones. Por ello, nos sentamos con los desarrolladores. Conocemos sus necesidades para desarrollar un diseño inteligente con la finalidad de optimizar sus espacios. Lo que es mejor, les ayudamos a que generen experiencias. El elevador debe ser una continuidad del lobby. Para ello ofrecemos más de 1 mil acabados. Trabajamos con modelos computacionales para que los arquitectos puedan ver los diseños de sus lobbies.

SB: ¿Cuál ha sido su mayor reto como directora general de KONE?
AB: Solventar un crecimiento de doble dígito en una economía que no crece al mismo ritmo. También mantener el talento de las personas en una especialidad que lo requiere mucho. No somos robots; un elevador se instala y se mantiene por seres humanos apoyados en el uso de la tecnología.

SB: ¿Cuáles son los sectores en los que participa KONE?
AB: El primer sector con un crecimiento bastante importante y estable es el residencial, en el que resaltan los desarrollos multipropósitos, es decir, los que cuentan con un centro comercial quizás con una tienda ancla, por ejemplo. Pero también tienes un hotel, corporativos y, quizás, hasta una universidad. Baste con ver todas las grúas que hay no sólo en CDMX, sino en Monterrey, Tijuana, Guadalajara, en el Bajío o en el Caribe con el boom del turismo.

SB: ¿Cuáles son las aportaciones de KONE a la industria de los edificios?
AB: La contribución se centra en la innovación tecnológica, servicio al cliente y seguridad. En innovación tecnológica somos una de las compañías más reconocidas en el mundo. De 100 lugares ocupamos el 59, según Forbes, y el séptimo dentro de las más innovadoras, siendo la única empresa de transportación vertical que aparece en la lista. Logramos esto porque se invierte mucho en investigación y desarrollo.

KONE tuvo la primicia de desarrollar el primer sistema de elevadores sin cuarto de máquinas. Los elevadores tradicionalmente cuentan con un cuarto de máquinas, esto se sigue usando en las megatorres, pero para edificios no tan altos, que hay muchos, KONE inventó el mecanismo donde el motor está en el cubo del elevador. No es necesario contar con un cuarto especial en la parte de arriba. Con esto el desarrollador ahorra metros cuadrados que pueden ser rentables.

Este motor también tiene varias ventajas. Nuestra tecnología es la base de imanes permanentes, es decir, es ecoeficiente. No hay fricción y, por lo tanto, ahorra energía. Tampoco requiere aceite para el motor. Desde 1990 a la fecha hemos logrado reducir más de 100 por ciento el consumo de energía.

Otro de los puntos en el que KONE es el primero es en cuanto a la posibilidad de construir edificios más altos. La limitante de una construcción para poder tener un viaje de un solo tiro en un mismo elevador es la tecnología de Izaje. ¿Cómo vas a mover a tanta gente y el peso de una cabina, más el peso de los cables de acero? Entre más alto, más complejo.

KONE, durante diez años, ha hecho pruebas en una mina a más de 300 metros hacia abajo. Es su centro de desarrollo en Helsinki [Finlandia], donde llevó a cabo el primer desarrollo sin cables de acero, sustituido por cables de fibra de carbón que pesan muchísimo menos. No hay necesidad de lubricarlo y duran el doble.

Hoy en día participamos en la construcción de un edificio de un kilómetro de altura en Arabia Saudí, en la ciudad de Jeddah. Con esta tecnología ya no hay limitantes para ir hacia arriba. El reto ahora está en la creatividad y en los cimientos a cargo de la ingeniería civil.

SB: ¿Cuál es su perspectiva respecto del desarrollo inmobiliario en México?
AB: Estamos migrando, con las megatendencias, hacia la cuarta era que es la de la digitalización y  disrupción tecnológica. En KONE, hemos avanzado hacia el mantenimiento predictivo en esta época de la información en tiempo real, pero el tema no es sólo monitorear, sino que ahora sabemos de todos los parámetros de flujo de personas. El sistema lo aprende y puede saber qué va a pasar antes de que pase. Para ello tenemos un acuerdo con IBM-Watson, donde usamos la nube para almacenar toda la información. De esta manera, no sólo tenemos monitoreo, sino que mandamos información directamente a los mecánicos. Tenemos la capacidad de reparar algo antes de que falle. La promesa es que un elevador no falle.

SB: El estatus de la movilidad como mercado, ¿qué está pasando en México?
AB: No está pasando algo diferente a lo que está sucediendo en el mundo. Esto se basa en las megatendencias. Una es la urbanización. Cada vez más seres humanos viviremos en una urbe. Se dice que para 2030, siete de cada diez personas vivirán en una ciudad, las cuales ocupan dos por ciento del total del espacio de la tierra.

La segunda razón del crecimiento de la industria de la movilidad vertical es que se está dando un cambio demográfico. Cada vez habrá más personas mayores de 60 años, por lo que es necesario brindarles movilidad.

SB: ¿Cuál es la tendencia?
AB: Lo que está pasando en México es muy interesante. Se están poniendo elevadores y escaleras donde no había y ese es otro de nuestros mercados que resulta muy atractivo. Por ejemplo, en edificios antiguos que ahora son ocupados por boutiques, como sucede en la calle de Madero, en el Centro Histórico de Ciudad de México. El mercado de la remodelación está creciendo de manera importante.

SB: ¿Hacia dónde se dirige la industria de la movilidad vertical?
AB: Nuestra visión es proporcionar la mejor experiencia en el flujo de personas, en edificios y entre éstos. En México, ya contamos con una solución innovadora, que son los elevadores de doble cabina, los cuales se mueven juntos y paran en dos pisos diferentes. Con ello, se logra transportar más gente en un solo viaje. Imagina un edificio con 12 mil ocupantes, como Torre Anseli, en avenida Revolución [CDMX], que es el proyecto al que me refiero y que cuenta con esta solución, única en todo el continente americano. La torre no es la más alta de México, tiene menos de 25 pisos, pero hay un gran movimiento de personas donde la tecnología doubledeck ayuda mucho.

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