Andrei López

El inicio de esta década está marcado por una de las mayores crisis de la historia reciente: la pandemia de la covid-19. Este acontecimiento, sin embargo, nos ha hecho más humanos y sensibles, lo que ha derivado en una resignificación de nuestro entorno, que hasta ahora se construía de cambios y novedades; al quedarnos en casa hemos retornado a la estabilidad para construir un ambiente más sólido.

En lo referente a la construcción vemos cómo las edificaciones están siendo vulneradas no sólo por la dinámica de la ocupación, sino también por distintas necesidades operativas como administrar su energía, para consumir menos cuando sus niveles de ocupación son bajos. La época poscoronavirus nos obligará a repensar una nueva forma de construir, partiendo de una nueva cultura en la que tendremos que disminuir desperdicios y limitar el uso excesivo de recursos, una cultura de adaptación y reciclaje cuyo objetivo es que el valor de recursos y materiales se mantenga en la economía durante el mayor tiempo posible y, finalmente, una disposición responsable de residuos.

Si en este momento algo está claro es que para afrontar este escenario se requiere una enorme transformación de la industria de la construcción y, en particular, de sus jugadores principales; inversionistas, desarrolladores, arquitectos, ingenieros, empresas contratistas, etcétera.

Para SIMA Energía, como empresa de diseño y construcción de instalaciones eléctricas y renovables, es fundamental conceptualizar y llevar a cabo proyectos de eficiencia energética para la construcción de edificaciones sostenibles. Nuestra filosofía gira en torno a una visión holística del negocio y desarrollo de las siguientes capacidades: desarrollar sistemas eléctricos que estén comunicados, técnicas de construcción LEAN para mejorar la eficiencia y el conocimiento, uso de BIM  y técnicas de prefabricación, entre otras.

En los próximos años una de las oportunidades que visualizamos y consideramos deberían ser adoptadas por los contratistas afines es la modernización de edificios existentes para mejorar la eficiencia energética. Esto mediante actualizaciones a los sistemas de iluminación y HVAC, instalación de tecnología de energía renovable y fuentes de energía electromovilidad.

La nueva normalidad es la época de la Cuarta Revolución Industrial. La digitalización a gran escala permitirá agregar 14.2 billones de dólares a la economía mundial en los próximos 15 años, pero también presenta retos como las megatendencias mundiales: rápida urbanización, agotamiento de los recursos y cambio climático. Se abre, pues, una brecha de talento cada vez mayor, por lo que es urgente que el Gobierno, las asociaciones, la academia y los empresarios unamos visiones y fomentemos una colaboración estrecha para el beneficio de la humanidad.

Andrei López / @andrei_lm

Presidente de AMERIC y fundador de SIMA ENERGÍA. Ingeniero Industrial, máster en Business & Technology, máster en Energías Renovables, D1-R IPADE.

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