El uso de BIM permite la obtención de modelos, imágenes y presentaciones de proyectos arquitectónicos, lo cual facilita su venta desde etapas muy tempranas y la toma de decisiones por parte de los dueños. Gracias a este software se obtienen mejores resultados visuales, lo que evita un trabajo doble

Por Adrian Lobo, Imágenes: cortesía de Autodesk

Hay que entender que BIM no es CAD. El contraste es parecido a lo que se enseña en las escuelas acerca de la diferencia entre rectángulos y cuadrados, en la cual está claro que los primeros pueden ser cuadrados, pero estos últimos no pueden ser rectángulos. Así, BIM puede hacer CAD, pero BIM no es CAD.

Tradicionalmente, BIM es conocido por su acrónimo en inglés: Building Information Modeling, es decir, modelado de información para la construcción. La parte del modeling es muy importante, sobre todo en una época en la que videojuegos, gráficos hiperrealistas y visualizaciones impresionantes en 3D han cautivado a los diseñadores; en ocasiones, sin embargo, olvidan que hay un mundo de datos atrás de ese modelo. Como industria, es imprescindible evolucionar y explotar más este recurso.

Porque BIM no sólo funciona como modelado, sino como manejo (administración) de la información y de todo lo que abarca el concepto de Building Information Management. Los datos que se albergan en el paradigma son aquellos que tienen más valor para este proceso. Aunque los modelos en 3D son geniales y de gran ayuda para la ubicación en el espacio y un mejor entendimiento durante las etapas de construcción, lo cierto es que hay mucha, pero mucha información adicional de valor que puede obtenerse a partir de ellos.

En la etapa de diseño
Los equipos de arquitectura e ingeniería pueden utilizar modelos genéricos que llegarán a convertirse en el edificio. Gracias a esto, es posible elaborar estudios para entender mejor los costos energéticos de operación, cargas estructurales, impacto de la luz y radiación solar e, incluso, planear rutas de evacuación para el análisis de la seguridad ocupacional.

Anteriormente, para estudiar algunos de estos procedimientos, había que emplear prototipos miniatura, pero ahora es posible hacerlo digitalmente y tener muchas opciones de diseño rápidas. Básicamente, se trata de la capacidad de ingeniar un mejor edificio desde la etapa de planeación. Algunas compañías están apostando por el diseño computacional, en el cual se usan parámetros pre-definidos de un programa arquitectónico, como metros cuadrados, carga ocupacional o presupuesto para precisar la forma del edificio. Lo más importante es que todos estos equipos están trabajando en un mismo archivo, en tiempo real, sin importar su ubicación geográfica o en donde se encuentra su oficina. Ellos realmente integran un “equipo” que colabora en la recopilación de datos.

El modelo puede usarse no solamente para ahorrar tiempo y dinero, sino para empezar a entender cómo será el proceso de construcción del edificio, promover la seguridad en campo y lograr una mejor logística

Del escenario virtual al real
Una vez que el edificio fue diseñado bajo este esquema, lo que implica una pre-definición de materiales y equipos dentro de él, se pueden correr mejores análisis financieros y de programación acerca del tiempo de construcción. Esto ofrece una idea más precisa de los costos y recursos requeridos para construir.

Estos informes se entregan a los contratistas  y son utilizados para ahorrar tiempo y dinero en las estimaciones, así como para entender cómo será el proceso de construcción del inmueble, promover la seguridad en campo y lograr una mejor logística, distribuyendo los trabajos de manera más acertada y en un menor tiempo.

El modelo incluso es utilizado para rastrear la ubicación de los materiales del proveedor hasta que éstos llegan al sitio para ser instalados. Antes, cualquier cambio o imprevisto tendía a consumir mucho tiempo y dinero para documentar y archivar; ahora, puede ser realizado “en vivo” simplemente con algunos clics en un dispositivo móvil. Y como toda esta información es digital y se almacena en la nube, los ejecutivos tienen una mejor noción de lo que está sucediendo, entienden mejor el desempeño del proyecto y toman decisiones fundamentadas en reportes y graficas actualizadas, que además integran un historial.

Pero no sólo eso, ya que los equipos financieros obtienen datos de flujos de efectivo desde el mismo modelo central. Toda esta información es muy gráfica y visual, y el área de marketing también puede aprovecharla para mantener actualizados a los clientes potenciales y utilizarla como herramienta de ventas.

Igualmente es de gran utilidad para propietarios y operadores de los edificios. Un proyecto bien hecho cuenta con un mundo de información anexada a él. Luego, con el proceso BIM descrito anteriormente, los datos estarán disponibles para los usuarios finales como parte de sus documentos de entrega. Esto significa que los archivos digitales ahora representan un “set de entrega”, no precisamente como un as built sino como un how built.

Los datos centralizados y de fácil acceso permiten realizar diversas tareas ligadas a la fase de ocupación. Es factible utilizar el modelo para operar sistemas de seguridad, de protección contra incendios, MEP, planeación de espacios, programación de nuevos bocetos o hasta remodelaciones. En conclusión, BIM permite que el modelo esté presente en todo el ciclo de vida del proyecto para lograr un mejor producto final.

 

Adrian Lobo
Technical Sales Specialist de Autodesk para el área de Arquitectura y Construcción en México. Es arquitecto egresado del Tecnológico de Monterrey y la Universidad Politécnica de Madrid. Fue parte de la Cátedra Autodesk y desde ahí empezó a utilizar los productos para BIM de esta empresa. Después comenzó a trabajar proyectos BIM en Monterrey. Ha utilizado Revit alrededor de 10 años y es profesional certificado en este software.

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