Aunque la pandemia de coronavirus ha castigado a todos los mercados del real estate, hay uno que se ha mantenido firme e incluso muestra signos de reactivación en la Zona Metropolitana del Valle de México: los bienes raíces industriales.
De acuerdo con la plataforma de análisis inmobiliario Datoz, de enero a julio del 2020 se inició la construcción de 326 mil 538 metros cuadrados de naves industriales especulativas para venta y renta en la Ciudad de México, es decir, un incremento del 120.85 por ciento con respecto al mismo periodo de 2019.
¿A qué se debe este crecimiento? La respuesta podemos encontrarla en la portada de este número, dedicada a Luis Gutiérrez, director ejecutivo de Fibra Prologis y presidente de Prologis para América Latina. Como bien apunta este conocedor, con la llegada de la contingencia sanitaria muchas de las transformaciones impulsadas por la tecnología se han acelerado: “El sector de bienes raíces industrial está relacionado con las tendencias de consumo en el comercio electrónico; por lo tanto, puede verse más beneficiado por estas nuevas adopciones estructurales en los patrones de comportamiento de los consumidores. Con la nueva normalidad, los centros comerciales, las oficinas y los hoteles tendrán que explorar alternativas y oportunidades”.
En lo que va del año las compras en línea se han elevado un 50 por ciento en todo el país, con picos de hasta 100 por ciento durante el confinamiento. Luego, por cada 1 mil millones de dólares en ventas, se genera una demanda adicional de 120 mil metros cuadrados de espacio inmobiliario, informó por su parte la desarrolladora y arrendadora de naves industriales O’Donnell.
Los fideicomisos inmobiliarios, por supuesto, están participando de esta bonanza. Fibra Prologis, por ejemplo, ha consolidado importantes adquisiciones durante el año. La más importante, sin duda, es Park Grande, un centro de distribución con más de 370 mil metros cuadrados de construcción, ubicado en Tepotzotlán, Estado de México. Este coloso logístico, que aloja algunas de las empresas de comercio electrónico más importantes del mundo, incorporó una serie de estrategias de construcción sustentable que le hicieron merecedor de una certificación LEED Gold.
La onda expansiva del real estate industrial plantea algunos retos. El más importante, advierte Luis Gutiérrez, radica en cómo aprovechar la digitalización para mejorar las edificaciones a fin de hacerlas más inteligentes, algo en lo que Fibra Prologis ya es pionero: su portafolio industrial, conformado por 47 naves para un total de 889 mil 324 metros cuadrados, es el primero en ser certificado con BOMA BEST en México y América Latina.
En un mundo cada vez más cambiante y asolado por la crisis sanitaria y climática, las edificaciones industriales también están obligadas a la pensar en su sostenibilidad.
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