Estimad@s lectores de Smart Building: Muchos de nosotros hemos sido testigos de una gran transformación económica durante los últimos 30 años, lo que detonó una evolución en el mercado inmobiliario de México. Sin embargo, las nuevas generaciones pueden no ser tan conscientes de lo que esto ha significado realmente.

Las crisis económicas que precedieron la década de los noventa del siglo XX nos heredaron una hiperinflación y recesiones económicas al final de cada sexenio, lo que eliminaba la posibilidad de inversión tanto interna como externa.

Un evento catastrófico para el sector inmobiliario fueron las pérdidas humanas y económico-materiales sufridas por el terremoto de 1985 en la Ciudad de México. Sin embargo, después de tocar fondo, el sector de la construcción comenzó a emerger como una de las industrias que más contribuye al crecimiento del producto interno bruto del país.

Luego, las políticas monetarias y tratados de libre comercio promovidos durante el sexenio de 1988-1994 sentaron las bases para la estabilidad económica de México, aunque el costo inicial fue muy elevado.

Durante este período, también se combatió la contaminación ambiental y se empezaron a cerrar y reubicar las últimas fábricas que se encontraban dentro de la Ciudad de México. Esto dejó vacantes miles de metros cuadrados que han sido reconvertidos de uso industrial a uso comercial en los últimos 30 años. La zona poniente empezó a albergar más inmuebles y se creó una nueva zona residencial y comercial, nacida de campos y tiraderos de basura: Santa Fe.

En este contexto de cambios se fundó el Instituto Mexicano del Edificio Inteligente (IMEI) en 1991. El futuro estaba más cerca que nunca y por esa razón era importante tener una institución como punto de encuentro de las empresas tecnológicas para dar un impulso y marcar el rumbo de la edificación. Lo anterior incluía una oferta educativa (un diplomado), así como el Premio Jorge Martínez Anaya a lo mejor de la edificación inteligente.

En cuanto al factor humano, en la década de los noventa surgió una nueva generación de jóvenes profesionales muy preparados, incluso con carreras en el extranjero. Esto fue esencial para lograr el diseño y construcción de proyectos inmobiliarios atrevidos para su tiempo. Muchos edificios icónicos han sido erigidos desde 1991 y muchos de ellos han sido premiados por el IMEI. Nuevas zonas emergieron en todo el país en los segmentos turístico, industrial, corporativo y de usos mixtos.

A partir de 1994, México se abrió al mundo. El resultado fue que la tecnología se comenzó a importar más cerca del lanzamiento en otros mercados. El cambio de siglo en los sistemas computacionales nos puso al filo de nuestros asientos, pues para ese momento los edificios ya eran dependientes de la tecnología.

Si hay una palabra clave para los primeros 30 años de vida del IMEI ésta sería la de resiliencia. Hemos superado varias crisis financieras como el error de diciembre (1994), el ataque a las torres gemelas (2001), la burbuja hipotecaria de Estados Unidos (2008) o la reciente pandemia de la covid-19 (2020-2021).

En un contexto de altibajos económicos, fuimos testigos de grandes e innumerables innovaciones que han sido parte de las tendencias de diseño, construcción, operación, mantenimiento, remodelación y comercialización de los edificios. Por increíble que parezca, durante estos 30 años se popularizaron las computadoras portátiles, el fax, el identificador de llamadas, el internet, la telefonía celular, el correo electrónico, los mensajes de texto, el GPS, la banda ancha móvil, la tecnología digital, los reproductores de MP3, las videollamadas, Google, el devedé, los smartphones y las redes sociales. En años recientes, lo virtual, el ahorro de energía y la conectividad en la nube aumentaron su presencia, mientras que el uso de dispositivos portátiles definitivamente se consolidó en la década del 2010.

Y es aquí donde se da el paso para un nuevo capítulo en la vida de la asociación: se firma la representación en México de la Asociación Americana de Dueños y Gerentes de Edificios (BOMA, por sus siglas en inglés), una institución de alrededor de un siglo de existencia que pudo sobrevivir a la crisis económica de 1929 en Estados Unidos y a todas las que hemos mencionado anteriormente.

Como los inicios nunca son fáciles, tardamos en asimilar los componentes de éxito para poder evolucionar y dar paso a la Asociación Mexicana del Edificio Inteligente y Sustentable, A.C., en 2017. Los cimientos eran más profundos, no sólo en la inteligencia sino en la conciencia de la sustentabilidad, con el fin de colocar en nuestra agenda un tema crucial: las certificaciones ambientales que promueve BOMA (BOMA 360 y BOMA Best), así como la inclusión de los aspectos de sustentabilidad en los premios IMEI-BOMA México (antes Jorge Martínez Anaya).

Hoy en día, vivimos una Cuarta Revolución Industrial, caracterizada por nuevas tecnologías que fusionan los mundos físico, digital y biológico, lo que incluso desafía nuestra idea de humanidad y de lo que significa ser humano. Por último, en el pináculo de la resiliencia, una pandemia con un confinamiento de más de 18 meses, con una industria inmobiliaria en franca recesión. Es por eso que creo que la respuesta puede estar más cerca de lo que pensamos.

Lo más importante de este viaje de 30 años es el destino que hemos marcado y que debemos reprogramar hacia la preservación de los recursos naturales, la convivencia simbiótica con el medio ambiente y el círculo virtuoso que trae el equilibrio ecológico. Que toda la tecnología y las construcciones sirvan para su propósito principal, pero que al mismo tiempo el desarrollo sustentable no se detenga, que se siga innovando sin depredar y se continúe evolucionando sin convulsionar al planeta. Es una llamada de emergencia si queremos evitar catástrofes futuras debido a los fenómenos climáticos o como consecuencia del desabasto masivo de los recursos energéticos: 2030 es la fecha límite marcada para avanzar hacia ese nuevo destino.

Deseo ser parte de los siguientes 30 años del IMEI-BOMA México y que tomemos el control del futuro inmobiliario con una conciencia en el largo plazo. ¡Felicidades al IMEI-BOMA México!

Maestra Elsa Yáñez

Presidenta del IMEI-BOMA México 2020-2021

Twitter: @yanezelsa

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