Este concepto alude a las urbes que son un referente en términos de calidad de vida, oportunidades de negocio, oferta cultural e influencia global

Fotografía superior: Malkah Nobrigot Kleiman, asesora de la Secretaría de Desarrollo Económico de la CDMX

Por Elva Mendoza, Fotografía: Rubén Darío Betancourt

ara que la capital mexicana logre ser una  Ciudad Alfa debe replicar en todo su territorio el desarrollo de alcaldías como las de Miguel Hidalgo y Benito Juárez.

Este es el punto de vista de Malkah Nobrigot Kleiman, asesora de la Secretaría de Desarrollo Económico de la CDMX. Smart Building platicó con ella para conocer cuáles son los desafíos y oportunidades que enfrenta hoy esta metrópoli para enlistarse como una Ciudad Alfa.

“El gran reto de la CDMX es que sus alcaldías tengan una industria cultural y turística de gran relevancia, y, en ese sentido, promover la actividad económica”

Smart Building (SB): ¿Qué es una Ciudad Alfa?
Malkah Nobigrot (MN): Hay muchos tipos de metrópolis, las alfa son las más importantes, como Nueva York, Londres, París, Tokio. Sus economías son muy fuertes, sus productos y servicios son de proyección internacional, además ofrecen a sus habitantes y visitantes actividades culturales como museos de gran relevancia. Un criterio para determinar si una ciudad es alfa o no, es el tipo de calidad de vida de los habitantes, los servicios, la urbanización, el transporte y si son urbes inteligentes en donde la tecnología está al servicio de las personas.

SB: ¿Por qué considera que la CDMX tiene posibilidades de convertirse en una metrópoli de este tipo?
MN: La Ciudad de México es considerada una metrópoli global que concentra a la economía nacional; de hecho, es la séptima en Latinoamérica y tiene el potencial de convertirse en una Ciudad Alfa, pero hay que superar algunos retos.

SB: ¿Qué retos ha logrado identificar desde la Secretaría de Desarrollo Económico?
MN: Retos en común con otras ciudades globales, de urbanización, transporte, movilidad, seguridad y seguridad jurídica para quienes quieren invertir. En el tema del agua hay que mejorar los servicios. Además, la CDMX está muy segregada, la actividad económica se concentra en alcaldías como las de Miguel Hidalgo o Benito Juárez, así como los espacios verdes. El objetivo es llevar el desarrollo a todas las alcaldías.

Otro de los retos es atraer inversión extranjera y, en general, apalancar a México como una forma de llegar a otros mercados. Tenemos que hacer de la Ciudad de México un espacio más amigable para la inversión.

Se necesita una reforma administrativa y regulatoria para facilitar la inversión, volver a la urbe más atractiva para las inversiones. Debemos de tomar en cuenta que la economía global funciona con cadenas de valor. Tenemos que aportarle más valor al producto en una economía basada en el intelecto, en la creación.

La CDMX es mayoritariamente de servicios, de pymes y de mipymes. Primero hay que lograr que se consoliden, que se integren a redes tecnológicas, como el e-commerce, que se unan a otros mercados en otros países para ser más sólidos.

Un reto más es hacer a la CDMX ambientalmente sustentable, aprovechar las azoteas para generar energía limpia, ahorrar agua, evitar el consumo de plástico, hacer más viviendas y oficinas amigables con el medioambiente. De hecho, hay un plan en la Central de Abasto para generar energía limpia.

El gran reto de la CDMX es que sus alcaldías tengan una industria cultural y turística de gran relevancia, y, en ese sentido, promover la actividad económica. Hay un programa de la Secretaría de Turismo local que se llama “Turismo de Barrio”. En la ciudad hay barrios que tienen una personalidad muy propia; por ejemplo, ya hay un plan en Vallejo para hacer una ciudad de industria e innovación que genere trabajos, derrama económica; también hay un proyecto cerca del aeropuerto para hacer una ciudad financiera, serán polos de desarrollo.

SB: ¿Cuál es la responsabilidad del gobierno para conformar una Ciudad Alfa?
MN: Tenemos que trabajar con el sector privado, crear sinergias con las diferentes industrias, darle más oportunidades a las compañías que están haciendo productos y servicios muy innovadores, hay gente muy creativa, debemos trabajar todos en conjunto.

Encontrar cómo detonar esas características que el mexicano y el chilango ya tienen, características que son muy ventajosas en un mundo globalizado y en las ciudades globales.

SB: Desde su perspectiva, ¿los organismos internacionales tienen alguna importancia para el desarrollo de las ciudades?
MN: Claro. Aportan la visión comparativa de las ciudades, son puentes y coadyuvan en la solución de problemas generando conocimiento.

SB: ¿Está trabajando la Secretaría con algún organismo internacional en específico?
MN: Sí. Yo trabajé mucho tiempo en el Banco Interamericano de Desarrollo [BID], entonces, hemos hecho sinergias con el Banco Mundial, el propio BID, con organismos de las Naciones Unidas, en particular por temas ambientales. Con agencias de desarrollo de diferentes países también tenemos una muy buena relación. Las distintas secretarías trabajan con ellos. Parte de mi tarea es hacer que las personas de negocios, los productos y servicios puedan entrar a otros mercados y que éstos vean a la Ciudad de México como un gran trampolín.

La zona metropolitana tiene 22 millones de habitantes, eso ya en sí es un gran mercado, pero también queremos ver al sur, a los mercados de Centro América y Sudamérica, además de Estados Unidos.

SB: ¿Cómo contribuyen los desarrollos de edificios inteligentes a una ciudad global?
MN: La urbanidad también debe estar encaminada a aportar una mejor calidad de vida y a mejorar el ambiente. Los edificios inteligentes se conciben para ahorrar energía, crean servicios para evitar el desplazamiento, mejoran y renuevan espacios, aportan fuentes de trabajo, no hay que entender a las inmobiliarias como algo malo, hay que ver también sus beneficios, por supuesto, desde un punto de vista responsable.

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